Cardo Lanudo

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  La desesperación por querer calmar su hambre era insoportable, y esa misma desesperación lo llevo a salir del calor de su casa para encontrarse con la frialdad del enorme bosque que lo rodeaba. Hizo largos trayectos a pie, en algún momento se cruzó con un ciervo, el indefenso animal parecía huir de algo, cosa que capturo la atención del rubio. Más adelante, un sonido llegó a él; agudizo el oído para distinguir que se trataban de unas voces masculinas, mas no reconoció ninguna de ellas. 

Perfecto pensó. 

Siguiendo aquel sonido (y cual animal hambriento), se adentró un poco más entre los árboles y hierbas, lucho un poco intentando liberar la esquina de su largo saco que había quedado enganchado entre los abrojos de una planta. Llegó al centro y entonces lo vio: un hombre estaba de pie en medio del sendero, tenía ambos brazos cruzados a la altura de su pecho y una cara tan larga que podría pisarla, lucía exactamente como un perro guardián.
El entrecejo del rubio se frunció.

Se acercó, no de frente, si no que se metió entre los arbustos y árboles, siempre silencioso. No pretendía hablar con aquel sujeto, él ya había ideado un plan y dentro de él no cabía preguntar que hacía parado ahí. 

Primero se escondió detrás de un árbol, imitó el grosor parándose de lado, se quedó ahí y lo observó por un tiempo, lo suficiente para percatarse de que aquel hombre no se encontraba solo, cada dos por tres veía hacia un punto en específico, lo vio tensar la mandíbula y negar con decepción. Taehyung no podía encontrarse más confundido, pero no se pondría a imaginar una respuesta a sus preguntas. Si el cazador de hallaba acompañado, era mejor actuar antes de que el otro llegué ¿No?
Así que, se escabulló hasta llegar a la espalda de aquel tipo, no tuvo que ser muy cuidadoso puesto que el otro ni siquiera parecía -o no quería- oír lo que a su alrededor ocurría.

Se urgió, pronto tomo una altura que podría resultarle intimidante a cualquiera que midiera menos de dos metros. Su diestra paso a tomar la cintura del tipo mientras qué, la otra mano; subía a tomar la fina garganta, sus dedos se metieron entre los músculos del cuello y presionaron ciertos puntos que dejaron al militar sin aliento, el más bajo grito y hubiera forcejeado si no fuese porque Taehyung había sido rápido al desnudar y enterrar sus colmillos en la carne ajena. Perforo piel, carne y vena, de la herida broto sangre que fue bebida por la boca ansiosa del vampiro. 

 En su desesperación, fue incapaz de sentir como la fuerza en los golpes que el otro le proporcionaba iban siendo cada vez menor, así como también fue inconsciente de que se había bebido la vida de aquel muchacho. El cuerpo pálido cayo a los pies del vampiro. 

Su estómago se revolvió, la saliva en su boca se volvió caliente y podía sentir algo en su garganta amenazando con subir, más lo ignoro. Se obligo a mantener todo dentro.  

Kim observo desde arriba, pensativo, y en aquel silencio pudo percatarse del bullicio que llegó a sus oídos. 

Samuel. 

Eureka, ahí está su siguiente plato. 

 En cuestión de segundos; Kim abandono la escena para ir tras su presa. No tuvo que recorrer mucho, en realidad, los gritos habían sido bastantes cercanos, supuso que uno orinaba y el otro esperaba, pero... ¿Por qué podía olfatear a su pequeño en aquel pantalón arrugado que habían dejado olvidado? Se cruzo con la prenda ni bien paso los primeros árboles. Ideas erróneas (o no) hicieron de su encuentro con el cazador más pronto. Esta vez, no fue sigiloso y se abalanzo sobre aquel hombre que cargaba otro en su hombro. El cuerpo desmayado cayó sobre el césped, sobre flores y cardos, Kim no tardo nada en reconocer aquella nariz nubiana, mejillas redondas y labios poco carnosos. 

 La mirada peligrosa del vampiro se volvió tierna cuando fue dirigida hacia jungkook, sin embargo, fue lo único que se suavizo porque su expresión se volvía más sombría conforme iba atando cabos en su mente.

- ¿Que dem- ¿Qué crees que haces, idiota? Discúlpate ahora. 

 Lo ignoro. Taehyung se arrodillo a un lado del florista, extendió su mano e iba a tomarle el pulso, pero, apenas tuvo el mínimo contacto con la piel ajena, el rubio lo tomo por la muñeca e hizo que se detenga.

- Ah no, amigo, él es mío, lo vi primero...- Kim no respondió, el otro prosiguió. -... Aunque, ... - Le hecho una mirada de abajo hacia arriba y sonrío. -  Veo que tiene plata ¿Eh? Así que, por ser usted, le perdonare que me haya empujado... Y le ofrezco una noche con mi chico por una buena suma, si usted me enti-. 

 No llegó a terminar la frase porque una mano perforando su estómago lo había mandado a callar. El vampiro le había atravesado la carne con sus uñas y ahora le sujetaba un riñón como si fuese cualquier otra cosa, la sangre caía por el labio de Esteban y otro tanto bañaba el brazo de Kim, no existió intercambio de palabras entre ellos, uno no podía hacer sonido alguno sin babear su propia vida y el otro apenas poseía algo de coherencia. 

 Hundió todavía más su mano, subió por el interior del torso ajeno, barriendo órganos que se le cruzaban hasta que logro encontrar lo que ya estaba dejando de palpitar; Tomo el corazón y en él clavo las garras que alguna vez fueron uñas. Observo fijamente los ojos ajenos hasta que estos perdieron cualquier rastro de vida, lo único que quedo en ellos fue el horror enmarcado. 

 Se deshizo del cadáver con un empujón. La sangre que ensuciaba sus prendas no importaba, ni los cazadores ni el mismo Taehyung, porque, ahora, tenía lo que tanto necesitaba, el deseo que ardía en su garganta podía ser calmado con probar la vida de aquel muchacho que yacía desmayado a sus pies, a su merced

 A Taehyung se le revolvió el estómago, su propio organismo quería deshacerse del barato plasma que había bebido porque, todo él sabía que nada se comparaba con lo especial que sería beber del azabache, nadie poseía algo tan especial como lo que corría por las venas de Jungkook. Ni el mismo se consideraba apto o merecedor de tal magnificación. 

 Carajo. 

-Necesito de ti. -Confeso en un tono doloroso de voz. Jadeaba y de su labio desbordaba espesa baba que caía en la cara pálida de Jungkook. - Dame tu permiso... Deja que te devore, deja que te lleve en mí, hazme merecedor de ti...  - Entre suplicas, se inclinó hasta que quedo cerca del rostro ajeno, tomo la cara de su vida entre ambas manos y le paso la lengua por el labio inferior, como si estuviese probando su platillo. 

Cardo Lanudo: Desquite

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⏰ Última actualización: Apr 14 ⏰

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