El peso de las botas de cuero hizo eco al pisar el suelo frio de la cueva, mientras apartaba las monedas de oro y plata que obstruían su camino hacia la cámara más profunda dentro de la montaña. El peso de su carga dificultaba sus pasos, pero estaba tan acostumbrado a su rutina que no tuvo inconvenientes. Eso no impedía que se sintiera cansado. Incluso si cuerpo era más fuerte de lo que un humano normal jamás soñaría, lo único que deseaba era llegar a la cama y tomar una siesta en su cama improvisada.
Antorchas iluminaban el reflejo azul de los cristales trenzados en su cabello. Eran inconvenientes cuando se encontraba con otros humanos. Los pequeños zafiros despertaban la codicia de los que lo vieran y los más tontos ignorarían su apariencia a favor una oportunidad de ganar algo de dinero. El metal de su espada ya había adquirido una coloración rosada en la punta por esa razón. Incluso con todos estos inconvenientes, no podría encontrar en sí mismo el valor de quitarlos, no cuando su esposo alababa el cómo estos reflejaban el azul de los ojos de su esposa.
El que una vez fue el príncipe Mo Jian, el infame Mobei-jun, la sombra de la muerte, hoy solo era la novia del dragón. Hace mucho que se había dejado de preocuparse por los títulos, ya no tenían nada que ver con él.
Al fin vislumbró en el centro de una habitación rodeada de oro y pilares de jade que sostenían el techo. En el centro había una formación circular formada por pieles y almohadas suaves sobre un colchón que no estaba seguro de cómo su esposo obtuvo. Dejó su equipaje a un lado y miró alrededor de la cueva, decepcionado ante el vacío que el dragón dejaba cuando no estaba presente.
Se quitó las botas y el pesado abrigo con una pequeña sonrisa tirando las esquinas de sus labios, mientras un bulto de mantas en el nido subía y bajaba muy lentamente, como si estuviera aguantando su risa.
Como se sentía tan complaciente ese día, continuó como si no hubiese notado la anomalía y se sentó en la orilla del nido, solo para que dos brazos blancos surgieran del interior y lo arrastraran debajo de las mantas.
"¡Te tengo! ¡Ahora voy a...! ¡Ahh!" forcejearon y rodaron sobre las mantas en un juego habitual para ellos. Shang Qinghua pensó que contaba con la ventaja, solo para ser sometido contra el nido por su esposa.
Era su forma de saludarse y un juego previo antes de demostrarse más físicamente cuanto se extrañaban, pero hoy era diferente. Mobei-jun lo sintió antes que verlo.
Usualmente Shang Qinghua tomaba su forma original o la humana cuando lo recibía en su dormitorio, pero hoy desde la cintura hacia abajo, el cuerpo de Shang Qinghua estaba cubierto de escamas como una versión miniatura del gran dragón guardián, con cuatro patas con garras que se aferraban a las caderas y las piernas musculosas de su esposa humana, junto a la larga cola que se sacudía como una serpiente viva entre las piernas del humano.
A Mobei-jun esto le preocupó y apartó las mantas para poder ver mejor a su esposo.
Shang Qinghua se quejó cuando lo sacaron del calor de su nido, frotando sus hombros sonrojados y con esos ojos ámbar brillando como una antorcha en llamas. Era fácil para Mobei-jun caer hipnotizado por los encantos de su esposo, pero tenía que concentrarse.
"Esposa" el dragón sonrió mostrando esos colmillos en miniatura que habían dejado su rastro en la piel del ex príncipe.
Ahora bajo la luz de las antorchas era más obvio un bulto que se asomaba en el vientre escamoso del dragón y que Qinghua cubría con su palma de forma protectora. Entonces la realización golpeó a Mobei-jun como un relámpago.
"Te estábamos esperando" el dragón bañaba al humano con una mirada llena de adoración.
"Qinghua" nunca fue bueno con las palabras y ahora estaba sintiendo tanto que todos sus pensamientos querían salir a la vez y derramarse sobre su esposo.
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Monster Airplane series
FanfictionSerie de historias separadas #moshang donde Shang Qinghua no es humano. Todos los fanarts están hechos por mí. Para más conenido, visita mi twitter @BlackOperator