La luna brillaba en lo alto del cielo estrellado, bañando con su luz plateada el bosque donde las dos lobas se encontraban. Los ojos de Andrea, de un intenso color ámbar, reflejaban la incertidumbre que sentía en su interior. Frente a ella, Elena, con su pelaje oscuro y ojos verdes como el musgo, notaba la tensión que invadía el ambiente.
Desde que su relación había comenzado, Andrea y Elena habían enfrentado todo tipo de desafíos. Pero ahora, con la luna como testigo, surgían dudas que se habían mantenido ocultas en lo más profundo de sus corazones. La voz temblorosa de Andrea rompió el silencio nocturno.
"¿Y si esto no está bien, Elena? Somos diferentes, no solo por nuestras naturalezas como lobas, sino también por cómo el mundo nos ve. ¿Podremos superar todas las barreras que se nos presenten?"
Elena acarició suavemente el pelaje de Andrea, tratando de transmitirle seguridad con su contacto. Suspiró profundamente antes de responder con calma.
"Andrea, entiendo tus miedos y dudas. Pero debemos recordar que el amor no entiende de barreras ni etiquetas. Somos quienes somos, y juntas podemos enfrentar cualquier obstáculo que se nos presente. No permitas que el temor te impida seguir lo que dicta tu corazón".
Andrea asintió lentamente, sintiendo cómo las palabras de Elena comenzaban a calmar su mente. Sin embargo, una sombra de preocupación todavía oscurecía su expresión.
"Además, Andrea, debes recordar que no estamos solas en esto. Tenemos el apoyo de nuestra manada, aquellos lobos que nos aceptan y nos aman tal como somos. Ellos también enfrentaron desafíos similares y encontraron la felicidad en sus relaciones. No tenemos por qué ser diferentes".
Las palabras de Elena resonaron en el corazón de Andrea, recordándole que no estaba sola en esta lucha interna. Aunque la sociedad pudiera no comprender o aceptar su amor, tenían una manada dispuesta a protegerlos y respaldarlos.
Con un gesto de determinación, Andrea miró a Elena directamente a los ojos y tomó su pata con firmeza.
"Tienes razón, Elena. No permitiré que el miedo me controle. Si hemos superado tantas pruebas juntas, estoy segura de que podemos enfrentar cualquier duda o desafío que se nos presente. Juntas, construiremos nuestro propio camino y demostraremos que el amor verdadero no tiene barreras".
Elena sonrió, sintiendo el coraje que emanaba de Andrea en ese momento. Juntas, caminaron bajo la luna, dejando atrás las dudas y abrazando la certeza de que estaban dispuestas a luchar por su amor.
A medida que avanzaban por el bosque, las lobas podían sentir el apoyo de su manada. Otros lobos se unieron a su caminata, marchando en silencio a su lado. A través de sus miradas y acciones, expresaron su respaldo incondicional a Andrea y Elena, demostrando que eran una familia unida, sin importar las diferencias.
El camino por delante sería desafiante, pero Andrea y Elena estaban dispuestas a enfrentarlo juntas. Sabían que encontrarían momentos de felicidad y alegría, así como también obstáculos que pondrían a prueba su amor. Pero en ese momento, bajo la luz de la luna, se prometieron una a la otra que nunca se rendirían.
Con cada paso, Andrea y Elena se adentraron en un futuro incierto, pero lleno de esperanza. Juntas, desafiarían las dudas y construirían un amor que trascendería las expectativas y los prejuicios. El vínculo entre ellas se fortalecería a medida que enfrentaran cada desafío, demostrando al mundo que el amor lésbico entre dos lobas era tan poderoso y válido como cualquier otro.
Y así, bajo la mirada amorosa de la luna, Andrea y Elena continuaron su camino, dispuestas a enfrentar las dudas y escribir su propia historia de amor.
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Aullidos de Pasión: El Vínculo de las Lobas
Vârcolaci"Aullidos de Pasión: El Vínculo de las Lobas" es una cautivadora novela que sumerge a los lectores en un mundo lleno de misterio, romance y poderosos lazos. Ambientada en un bosque mágico y salvaje, la historia sigue a un grupo de lobas cuyas vidas...