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☆°•♡Ámame por favor. ♡•°☆
El tiempo pasaba, ya era verano, y Kei y Tadashi estaban a nada de entrar a la preparatoria.
Este verano Yamaguchi no lo podría pasar con Kei pues sus fechas no coincidian, y cuando uno salia el otro se quedaba y viceversa.
El verano no fue muy entretenido, y se volvió tedioso hasta cierto punto, Hoshiko y Akiteru habian invitado a Kei a jugar voleibol en la playa, el cual rechazo el plan, y no se sabia si era por que Akiteru estaria ahi, porque involucraba voleibol, o porque la ubicación seria en la playa, donde solo sudaria, haría calor y su piel se enrojeceria por el fuerte sol.
Sin Yamaguchi para salir, Tsukishima se sentía en una prisión, y contaba los días para volver.
Por suerte y para su salvación, Hoshiko lo invito al centro comercial justo el dia del mes que sacarían una nueva figura de dinosaurio que habia visto recientemente por internet y no pudo negarse.
"¿Kei tienes lentes deportivos?"
"No es como que los necesite"
"No seas idiota, de los dos tu eres el que está más ciego, claro que los necesitas"
"Claro que estoy más ciego tonta, pero no los necesito, puedo jugar asi"
"No seas baboso, te comprare unos"
"¿Con que dinero genia?"
"Bueno si no te hubieras quedado en tu habitación todo el dia probablemente te darías cuenta que encontre un trabajo de medio turno en una cafetería"
"Oh..."
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Un dia antes de su primer dia de clases, y claro que aquellos dos amigos tenían que verse.
"Hoshi se ofreció a acompañarnos mañana, es su ultimo año asi que quiere aprovechar lo más posible"
Yamaguchi asintió, "estoy un poco nervioso Tsukki, creo que necesito algún vaso con agua para calmarme un poco"
"Pues ve por agua entonces tsk" prácticamente Yamaguchi vivía ahí, seria demasiado desapercibido para nunca haberse dado cuenta de donde se encontraban los vasos, o donde podía tomar agua.
Entonces con pasos apresurados corrio hasta la cocina de los Tsukishima, lo suficientemente tranquilo como para que cierta rubia que aparecía en sus sueños cuando dormía, y también sus sueños despierto se lo encontrara de casualidad...que fue justamente lo que paso.
"Yamaguchi, no sabia que estabas con Kei"
Tan solo siete palabras bastaron para que el pecoso comenzara a temblar, la chica sin duda tenía un poder sobre el.
