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La de cabello corto se encontraba en su cama mirando hacia el techo.
Eran las tres de la mañana y no podía conciliar el sueño.

En su cabeza solo rondaba la conversación que tuvo con Dahyun hace unas horas atrás.

Pensaba en que si lo que dijo era lo correcto.

Aunque era claro que sí lo era, pero para su corazón no.

El solo quería volver a esos momentos donde fue feliz hablando en las noches frescas en la playa con esa bella mujer.

Pero eso no volvería a pasar y su corazón debía aceptarlo. Debía hacerle entender a su pobre corazón que gritaba de amor por esa linda mujer que ahora ella era alguien prohibida.

Ya nada sería igual porque ahora ella era la novia de su hermano.

Y nunca le haría eso a Yangyang.

Así que simplemente se colocó sus audífonos, le dió play a su playlist para dormir, esa que ya tenía tantos días sin reproducir, y trató de dormir.

Consiguiendolo minutos después, aunque con una linda pelinegra en sus sueños.

Por otro lado, Dahyun tampoco podía dormir por la misma razón: la conversación que tuvo con Momo

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Por otro lado, Dahyun tampoco podía dormir por la misma razón: la conversación que tuvo con Momo.

La chica de la cual se enamoró en esa mágica semana.

Lo se, algo patético, ¿no? Esas cosas del amor a primera vista no existían, eran puros cuentos.

O eso decían todos.

Ya que para ella, la semana donde conoció y pasó tiempo junto a Momo, fue de lo más lindo.

Nunca había tenido una conexión así de linda y fuerte con nadie más en su vida.

Fue difícil para las dos decirse adiós, pero estaba la promesa de que pronto se verían, ya que las dos vivían en Corea. Solo que los días pasaron, haciéndose semanas, hasta meses, y nunca recibió un mensaje de la mayor.

Así que algo triste y dolida, aceptó que para la japonesa esa semana no había sido igual de especial como para ella.

Entonces al entrar de nuevo a la escuela, decidió olvidar a la bella japonesa y seguir con su vida. Pues aunque quisiera y le doliera, ella no podía estar toda la vida sufriendo por alguien que ya no quería saber de ella (o eso es lo que ella pensaba)

Y fue ahí donde conoció a un guapo chico de su salón, y grande fue su suerte cuando les tocó ser pareja para un proyecto de su clase de Inglés.

Al seguir platicando, descubrieron que tenían mucho en común: gustos musicales, en películas, y más.

Así que decidieron intentarlo, era su oportunidad para olvidar a la japonesa, no la desaprovecharía.

Y lo estaba logrando, pues en verdad le estaba gustando pasar tiempo con Yangyang. Así que después de unas semanas, por fin formalizaron su relación, así pasando unos bellos cuatro meses juntos como pareja.

Cuando fue hora de presentarse ante los padres de su novio, el taiwanés le enseñó fotos de los dos unos días antes del tan esperado día.

El chico le contó como se habían conocido sus progenitores mientras le hablaba más cosas sobre ellos, ya que en unos días iría a su casa a presentarse como su novia.

Al pasar a su hermana, Dahyun sintió que se desmayaría en ese mismo momento.

No podía creerlo, en verdad no podía. Como era el mundo tan pequeño como para que la hermana de su novio fuera la misma chica que le hizo saber que el amor a primera vista existía.

Era Momo, la chica de la cual todavía sentía algo, era la hermana de Yangyang.

Momo era su cuñada...

—— No hay nada de qué hablar, Dahyun

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—— No hay nada de qué hablar, Dahyun. —— dijo la mayor mientras se ponía de pie para entrar a su habitación, pero deteniéndose al sentir a la menor tomar su muñeca.

—— Claro que sí, Momo. O dime, ¿esa semana no fue especial para ti? porque déjame decirte que para mí sí, sí lo fue. Y mucho.

Dahyun en verdad estaba luchando para no soltar las lágrimas. Esto era mucho para su pobre corazón.

Momo, aún de espalda hacia la coreana, cerró los ojos fuertemente. Esta situación le dolía, en verdad lo hacía.

Pero debía dejar en claro de una vez la situación.

—— Sí, Dahyun, fue especial y maravillosa esa semana donde nos conocimos. Pero eso es pasado, así que olvidemos lo que pasó y sigamos nuestro camino. Tú al lado de mi hermano y yo por el mío. —— Momo quitó la mano de la menor que aún seguía rodeando su muñeca.

—— ¡Momo, espera ! —— Dahyun volvió a agarrar su mano, deteniendo su paso. —— No me pidas que siga igual y te olvide, porque no puedo. Y menos ahora que te volví a ver, por favor...

Momo quitó la mano de la menor de la suya y sufriendo por dentro, decidió terminar con esta situación:

—— Lo siento Dahyun, ya no me interesas. Y mucho menos ahora, porque yo nunca lastimaría a mi hermano.

Diciendo eso, entró a su cuarto y fue hacia su baño, encerrándose ahí para no ver a la coreana que tanto quiere.

Saliendo de el cuando escuchó la puerta de su habitación cerrarse.

Saliendo de el cuando escuchó la puerta de su habitación cerrarse

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𝐈𝐍 𝐎𝐔𝐑 𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora