Dos semanas. Dos malditas semanas habían pasado desde la última vez que habló con Yangyang. Dos semanas donde el menor ya no le dirigía la palabra ni la volteaba a ver cuando llegaba a casa.
Dos semanas donde el chico se la pasaba todas las noches fuera de casa y en la mañanas regresaba. A veces borracho y otras con algún golpe.
Obviamente sus padres se preocuparon por él y su hija. Ya que era algo completamente extraño que no se hablaran: ellos eran uña y mugre.
Pero el chico solo dijo que no quería hablar con traicioneras, refiriéndose a ella.
Entonces Momo tuvo que contarles todo.
Les contó desde que conoció a Dahyun en sus vacaciones hasta ahora, donde se volvieron a encontrar. Y también de que Yangyang había terminado con ella, pues ese mismo día llegó el taiwanés algo borracho a contarle que podía ir tras su novia (ex) pues le había dejado libre el camino.
Pero ella no haría nada, apesar de que su corazón le implorara ir tras la coreana y que sean felices, ella no podía hacerlo. Al menos no en este momento, dónde todo estaba de la mierda. No era el momento para que estén juntas.
Por lo que Momo tomó una decisión.
Les contó a su padres de su loco plan que tenía desde hace unos días que era mudarse a Japón para vivir sola.
Regresar a su país, seguir sus estudios y vivir ahí, era lo que quería. A fin de cuentas ya era mayor de edad y quería hacer su vida sola.
Sus padres aceptaron, aunque algo dolidos pues su hijita se iría de la casa, pero en este momento era lo mejor: darse un tiempo a solas.
Tanto para Momo como para Yangyang.
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— ¿Entonces simplemente la dejarás?, ¿No harás nada para que estén juntas? —— preguntó Sana después de haberle contado todo lo que pasó en los últimos días.
—— No puedo hacer nada, Sana. No puedo ir por ella, acaba de terminar con mi hermano. —— decía mientras seguía empacando su ropa en la maleta, ya que se iría mañana a primera hora.
Fue algo complicado explicarles a sus amigas que se iba a ir del país, pero ellas lo aceptaron pues veían que su amiga no estaba bien. Y darse un respiro de todo esto era lo mejor.
—— Pero Momo, Yangyang la terminó para que ustedes estuvieran juntas. —— dijo Nayeon, tratando de hacerle cambiar de decisión. Ella no quería que su mejor amiga se fuera del país.
—— Miren, chicas, yo se lo que hizo mi hermano. Pero no es mi momento para que esté con Dahyun. Aparte que no solo por eso me voy, quiero volver a mi país y ahí hacer mi vida. Así que espero que me apoyen en esto porque es lo que más necesito.
Las otras dos chicas solo callaron lo que querían decirle a su amiga. Sabían que ya no cambiaría su decisión ya tomada.
Así que solo queda apoyarla y esperar a que regrese en vacaciones para verse de nuevo.
—— Una última cosa que no me queda claro es: ¿cómo se habrá enterado Yang de que pasó algo entre ustedes esa noche? —— preguntó Sana.
Ninguna de ellas entendía como el chico se enteró de lo que había hecho su hermana.
Así que se quedarán con la duda.
—— La verdad no lo sé, pero lo que si sé es que me arrepiento. Pero no de lo que tuve ese día con Dahyun y por esa razón es que me arrepiento. —— confesó Momo.
Y eso era lo que más la enojaba de sí misma: había disfrutado completamente esa noche en la que estuvo con Dahyun hace unas semanas.
—— ¿Te vas a despedir de ella? —— preguntó Nayeon mientras ayudaba a terminar de guardar las cosas de su amiga en su maleta.
—— Sí, antes de irme al aeropuerto pasaré a su casa y le dejaré una carta que le escribí.
En esa carta venía todo lo que no podía decirlo con palabras, era todo lo que no se atrevía a decirle a Dahyun frente a ella, se lo escribió en esa carta.
Así que iría a su casa y se la dejaría.
Al igual que con una promesa: regresaría por ella y cuando las dos estuvieran listas, estarían juntas.
Porque las dos se amaban, las dos se querían, las dos se necesitaban. Pero ese no era su memento para que brillaran juntas.
No podían estar juntas aún. Pero cuando ambas lo estén, será su momento. Y solo de ellas. Como cuando estuvieron esa semana de vacaciones de verano en la playa.
Donde ambas se conocieron en el momento donde más se necesitaban.
Pero que su amor no pudo ser en ese momento.
Su amor no estaba preparado para brillar y demostrar todo lo que sentían la una por la otra.
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