La habitación estaba en penumbras; sin embargo, sus ojos no tardaron en acostumbrarse a la oscuridad. No pudo evitar olfatear. Toda la habitación olía a Megumi y tanto él como su alfa se deleitaron con el aroma a miel y leche del pequeño omega. Pero necesitaban más. Su mirada enfocó de inmediato al pequeño bultito sobre la cama y caminó hacia él para luego sentarse sobre la orilla del colchón.
"Hey, Megumi, cariño. No seas así, háblame". Satoru llamó al niño mientras lo acariciaba por encima de las sábanas. "No puedo disculparme correctamente si no me hablas".
"No quiero tus disculpas". Megumi finalmente habló, aunque lo hizo sin dejar su escondite debajo de las sábanas.
"Bueno, entonces déjame explicarte las cosas". Satoru intentó de nuevo. "No es nada de lo que tu linda cabecita está pensando".
Megumi finalmente salió de debajo de las sábanas con un lindo puchero en su rostro y acusando a Satoru con la mirada.
"No sabes lo que estoy pensando". Gruñó el pequeño erizo. "Además, ¿cómo puedes decir eso cuando llegas a casa marcado por otro omega? Y ha sido así durante semanas. Sé que no tengo derecho a reclamarte nada, pero se siente extraño para mí que estés con otros omegas como si nada. Siempre hemos sido sólo tú y yo desde hace nueve años, y que de repente alguien más se atreva a reclamarte y tú lo permitas... No me gusta. Me hace sentir solo; porque antes sólo nos teníamos el uno al otro".
Satoru miró sorprendido a Megumi. Era inusual que su lindo chico fuera tan expresivo y más aún cuando se trataba de sus sentimientos, pero esta vez Megumi realmente parecía desconsolado.
"Megumi, ¿acaso tú...Estás celoso?". Satoru preguntó inocentemente a pesar de saber la respuesta. No quería ser malo con Megumi, pero su sorpresa ante la sinceridad del niño había hecho que soltara aquella pregunta pareciendo sarcástico ante el asunto. Megumi dio un pequeño respingo y el mayor vio como un bonito rubor cubrió todo el rostro del niño, que avergonzado jaló rápidamente las sábanas y se metió de nuevo entre ellas para esconderse.
"Sabía que no debía decirte lo que sentía. ¡Sal de mi habitación!". Satoru se sorprendió ante la repentina reacción de Megumi y, sin embargo, no pudo evitar considerarla adorable.
"Megumi, espera. No te estoy reclamando". Con cuidado, Gojo tomó las sábanas y las jaló poco a poco para descubrir a Megumi. Afortunadamente, el niño no puso resistencia y aún algo avergonzado salió de su escondite levantándose para mirar a Satoru a la cara.
"¿No lo estás?". Preguntó casi en susurro, mirando con ojos de cachorro a su maestro.
"No. Al contrario". Satoru levantó su mano y acaricio con ternura la mejilla de Megumi mientras lo miraba con infinito amor. "Me gusta. Me gusta que estés celoso". Megumi abrió los ojos con sorpresa, no esperaba aquello, o quizá sí, es sólo que, a pesar de todo, Gojo nunca le había dicho nada así. Sabía de sobra que Satoru era territorial con él y no dejaba que ningún otro alfa o beta se acercara más de lo necesario y eso le gustaba, pero nunca le había dicho nada. Hasta ahora. "Además, ¿Qué te preocupa tanto?". Continuó Satoru casi susurrando las palabras mientras tomaba la mano de Megumi para besarla con dulzura. "Si siempre he sido todo tuyo".
La respiración de Megumi se detuvo por un segundo y sintió cómo su rostro se calentaba súbitamente coloreándose de un bonito color rojo que llegó hasta sus orejas, y también sintió el rápido y fuerte golpeteo de su corazón contra su pecho. Su omega saltó de felicidad dentro suyo al escuchar las palabras de aquel hermoso alfa. Suyo. Satoru Gojo era sólo suyo.
![](https://img.wattpad.com/cover/346048049-288-k856591.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Tuyo
FanfictionMegumi y Gojo han vivido juntos durante nueve años. Ninguno nunca ha dicho nada, pero de alguna manera ambos saben que le pertenecen al otro, por lo que su convivencia alfa-omega se ha mantenido estable durante todo este tiempo. Sin embargo, desde h...