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Megumi se quedó en blanco tras la confesión de Gojo. No es que no se esperara algo así, pero una cosa era imaginar que aquel hombre le confesaba sus sentimientos y otra muy distinta era estar aquí y ahora sintiendo los labios de Satoru sobre su piel. Por un momento, sus sentidos no percibieron más que el fuerte latido de su corazón y al segundo siguiente su cuerpo se movió instintivamente para abrazar al mayor que, gustoso, acogió el cuerpo del niño entre sus brazos.

Satoru deslizó sus manos por el delicado cuerpo de Megumi, sosteniendo su espalda y bajando hasta sus caderas, mientras enterraba su rostro en el cuello del omega aspirando el suave aroma del niño y frotando su rostro contra la tierna piel de Megumi, sintiendo cómo el pequeño omega exponía más su cuello ante él mientras soltaba pequeños gemidos que hicieron que Gojo sonriera complacido. Su Megumi era tan sensible.

“¿Me dejarás explicarte las cosas ahora, cariño?”. Preguntó finalmente Satoru, más seguro tras la respuesta a sus caricias y sintió el cuerpo de Megumi tensarse entre sus brazos y aferrarse a él aún más fuerte. “Por favor”. Suplicó provocando cosquillas en el cuello del omega con su aliento.

“No me gusta oler a Yuuji en ti”. Susurró Fushiguro escondido en el cuello del alfa. "Te está marcando y tú se lo estás permitiendo". Satoru se congeló al escuchar aquel nombre salir de los labios de Megumi. Siendo un alfa, obviamente había percibido el aroma de Yuuji sobre él, pero no le había dado la suficiente importancia; al contrario, lo había considerado normal ya que últimamente pasaba mucho tiempo junto al chico que era el recipiente de Sukuna, y jamás imaginó que Megumi tendría está reacción. Grave error. Si bien Megumi era un chico tranquilo, seguía siendo un omega y oler a otro marcando lo que era suyo, había significado una afrenta para él y el hecho de que Satoru no mostrara rechazo provocó que el pequeño erizo se sintiera desplazado por el recién llegado.

"Hey, Megumi, mírame". Satoru se alejó un poco del chico y levantó su rostro tomándolo de la barbilla. "Yuuji no me está marcando, es sólo que hemos pasado mucho tiempo juntos por su entrenam..."

"¿Te gusta Yuuji?". Interrumpió Megumi a Satoru, mirándolo con ojos de cachorro; sintiendo cómo la ansiedad subía de a poco por su garganta mientras esperaba la respuesta. Gojo lo miró sorprendido y luego rió divertido.

"Megumi, ¿qué está pensando esa cabecita tuya?". Satoru abrazó de nuevo a Megumi y esta vez cubrió de suaves besos el rostro del niño. "¿Cómo podría gustarme Yuuji si acabo de decirte que soy sólo tuyo?" Finalizó mientras depositaba un suave beso en los labios de Megumi.






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⏰ Última actualización: Jul 11, 2023 ⏰

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