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Cuatro horas... Cuatro malditas horas pasaron antes de que el equipo de rescate enviado por la base lograra llegar a él.

Cuatro horas en las que Izuku estuvo acurrucado en una esquina de la habitación maloliente, abrazando el granadero de Katsuki contra su pecho.

Cuatro horas viendo el cuerpo gris y decapitado boca abajo en el piso.

Cuatro horas golpeando su cabeza contra la pared preguntándose "¿Qué hice mal?".

Cuatro horas en el infierno... Cuatro horas que sin duda afectaron su cerebro.

Cuando los chicos llegaron, Ochako se lanzó rápidamente contra él, revisando que no estuviese herido y luego abrazándolo y diciéndole que todo estaría bien.

Izuku sabía que era falso.

¿Cómo podía todo estar bien? Katsuki ya no estaba. Se había convertido en un maldito zombie. ¿Cómo podía todo estar bien? Si Izuku le había volado la cabeza al amor de su vida. A su amigo de la infancia, a su compañero de escuela, en algún momento, incluso a su bully. Su novio por cuatro años, su esposo por ocho, su pareja por doce, su amigo por treinta... Nada podía estar bien. No sin él, no sin Kacchan.

Izuku no podía imaginarse un mundo sin Katsuki, y no estaba dispuesto a vivir en uno.

Claro que el pensamiento de suicidarse pasó por su cabeza... Mil veces en esas cuatro horas. Otras mil en el camino de regreso a la base, y luego mil más mientras se sacaba la tierra y el olor a podrido de su piel, parado bajo la regadera de pequeño baño pintado de gris que compartía con sus compañeros de escuadrón. "Gris... Como la piel de Kacchan antes de que le volará la cabeza"

Pero no. No podía. No había otra forma.

Y finalmente, luego de una semana encerrado en el pequeño cuartucho que compartía con Katsuki, Izuku mostró la cara por primera vez en el laboratorio de Hatsume.

"¿En dónde está Aizawa?" Preguntó a penas abrió la puerta.

"Deku, cariño..." Hablo Hatsume con un tono que destilaba lastima. Izuku lo odiaba. "Me alegra que estés aquí, quería buscarte pero Ochako dijo que deb..."

"Ahórratelo, Mei. Pregunté en dónde está Aizawa"

La chica de dreadlocks rosados se estremeció por el tono de Izuku.

"Está en una reunión con la comisión, se supone que termina en una hora".

"¿Aquí o en la base B?"

"Aquí, pero no creo que sea buena idea interrumpir".

"No te pregunté si era buena idea. Solo necesitaba saber si estaban aquí ".

El greenette se dio la vuelta para salir pero la chica lo tomó por la muñeca, ganándose un empujón que ciertamente, no había sido intencional, pero tampoco daba muestras de arrepentimiento.

"Izuku, se que estás molesto y entiendo que lo que pasó es duro para ti pero necesitas recordar que son tus superiores, ellos no tienen la culpa de lo que pasó con Kat..."

"¿QUE NO LA TIENEN?" gritó Izuku con dureza. "¡LOS MALDITOS SABÍAN QUE ERA UNA MISIÓN SUICIDA, Y SABÍAN QUE ERA UNA MIERDA SIN SENTIDO! ¡FUJIMI ROMERO ESTÁ MUERTO Y AUN ASÍ NOS ENVIARON A BUSCAR MALDITA INFORMACIÓN INEXISTENTE!"

"¡NO!" contestó Hatsume. "Nadie sabía que Romero se había suicidado... No teníamos como saberlo. Aizawa jamás los habría enviado de ser así".

"¡No Aizawa! ¡La maldita comisión! Romero se infectó con su propio gas, y estaba registrado. Ellos no dijeron nada y nos enviaron a la boca del lobo sabiendo que no conseguiríamos nada ahí. ¡AHORA KACCHAN ESTÁ MUERTO ¿Y PRETENDES QUE NO LOS CULPE?" sin darse cuenta, destellos del OFA comenzaron a recorrer su cuerpo. "TENDRÁN QUE ASUMIR LA RESPONSABILIDAD O ARRANCARE CADA UNA DE SUS MALDITAS CABEZAS DE MIERDA Y LAS DESTRUIRÉ BAJO MI BOTA".

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⏰ Última actualización: Apr 02 ⏰

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