-EDITADO HASTA CAP 4 (recomiendo leer hasta ahi)-
Una corta historia basada en los personajes de la fantástica J.K. Rowling. Dando como resultado un fanfic de momentos intimos que nunca te contaron entre dos alumnos, específicamente, entre dos enemi...
El reloj marcaba el comienzo de la noche y del tan esperado baile. Bajo el bullicio de risas escandalosas, el distinguido chirrido de las puertas del Gran Comedor al abrirse llamó la atención de todos, dejando solo un silencio ansioso y una sutil melodía de fondo.
Los participantes del Torneo junto a sus parejas desfilaban en dirección a la pista para dar inicio al baile, siguiendo la tradición. Entre la multitud de alumnos de los diferentes colegios, que aplaudían y saludaban entusiasmados por la magnífica entrada de los campeones, había una persona en particular que se mantenía alejada de los demás. Incluso de sus propios compañeros.
Draco Malfoy prefería observar de lejos y mantenerse al margen de la celebración. Con la mirada ausente y una expresión vacía, dejaba en claro su malestar por estar allí. Llevaba un esmoquin negro que acentuaba su delgada figura, con una camisa blanca y una corbata de seda gris que le daba un toque de sofisticación. Y, como si fuera parte de su imagen, a su lado estaba Pansy Parkinson.
Su cita.
Ella estaba impecable, con su cabello oscuro y lustroso cayendo en pequeñas ondas sobre sus hombros. Llevaba un elegante vestido verde esmeralda que contrastaba con su piel pálida y hacía honor a su casa. Sin embargo, su sonrisa parecía forzada, como si estuviera tratando de encajar en la escena, de estar a la altura. Se aferraba al brazo de Draco, buscando mostrar su cercanía con él, mientras miraba con curiosidad y su típica superioridad hacia el centro del salón, como si esperara que algo pasara.
-¿Esa es la sangre sucia? -murmuró Pansy, casi en el oído del rubio.
Draco permaneció mudo, observando el desfile. Buscó a la chica a quien se refería su acompañante y, al encontrarla, sintió un inesperado golpe de sorpresa.
"¿Esa es... Granger?"
Se quedó viéndola, casi sin darse cuenta. Era ella, pero al mismo tiempo... no lo era. Hermione Granger se veía diferente. Algo en su imagen lo confundía y, aunque trató de ignorarlo, se encontró atrapado en la contemplación de cada detalle.
El tono cálido de su piel. Su cuello delicadamente delgado. Su figura.
Pero lo que más lo tenía cautivado era la seguridad con la que se movía por el salón. Parecía irradiar confianza, como si estuviera acostumbrada a ser el centro de atención. Draco llegó a preguntarse si tal vez era la luz del lugar lo que distorsionaba su visión, haciéndola ver distinta.
Mientras tanto, al otro lado de la pista, Granger caminaba con paso firme, dejando traslucir una pequeña sonrisa de satisfacción. Tal vez era por su cita o simplemente por el hecho de ser el centro de las miradas, pero el leve rubor en sus mejillas delataba una natural timidez. Llevaba un vestido rosa pastel con un corte sutilmente ajustado que realzaba su cintura y acentuaba su busto. La falda caía en suaves pliegues hasta sus rodillas, y sus característicos rizos enmarcaban su rostro, resaltando cada uno de sus rasgos.
Parecía una flor de primavera en plena floración.
Draco, aún atrapado en su contemplación, frunció el ceño cuando notó que la mano de Krum rodeaba la cintura de Granger. Su expresión se tornó en una mezcla de molestia y desconcierto.
"No puede ser..."
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.