Una noche de verano los unió, años después vuelven a reencontrarse, con la diferencia de que el quiere alterar el orden, desafiando al sistema, y ella quiere mantener el orden de las cosas.
Cada uno con un plan en contra del otro.
¿Su reencuentro s...
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—¿Quien te regaló eso? —Pregunto Jessica, dudosa. —¿Fue Dante?
—No, el ni siquiera sabe mis gustos... —Amelia lanzo una corta risa, y luego miro a su amiga. —Fue Alex, el chico que conocí hoy, estoy segura.
—Mándale un mensaje agradeciéndole el gesto. —Opino Jess. —Y de paso, dile que necesito un libro de Paulo Cohelo.
Amelia la miro con una sonrisa, mientras tomaba su celular.
—Ese libro no parece nuevo. —Observo Amy.
—Tal vez ya lo tenía hace tiempo, y llego el momento de regalarlo y penso en ti. —Jessica se entuciasma. —Mandale mensaje a Alex.
Amelia confió en su amiga, tomo su celular nuevamente, que se encontraba en los bolsillos de su sudadera. Puso el chat de Alex, para luego, escribir el mensaje y por último, enviar.
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Por otro lado, en la oficina de Harry.
—Me acaba de llegar un mensaje. —Dio aviso, Alex.
—¿A mi que me importa? —Recriminó Harry.
—Es de Amelia. —Aclaro.
—Leelo. —Pidió Harry.
—No sabía que tenías libros de Edgar Allan Poe, gracias. —Leyó Alex. —Esta chica esta totalmente loca, ¿De que habla?
—Se habrá confundido, probablemente algun admirador secreto se lo ha dejado en forma de regalo y ella piensa que fuiste tú. —Dijo Harry. —Dile que no sabes a lo que se refiere, pero no seas descortés.
Alex asintió y escribió lo mismo que su jefe dijo anteriormente. A la conversación se unió Andrew.
—¿Que haremos ahora? —Pregunto dudoso.
—Tengo algo pensado, acompañame al auto. —Pidió Harry.
Ambos se dirigieron a dicho vehículo, Harry tomo asiento en el lugar del conductor, mientras que Andrew lo hizo en el lugar del copiloto.
—¿Puedo hacerte una pregunta? —Inquirio Andrew.
—A ver, dime. —Acepto Harry.
—¿Si te enamoras, dejarías de hacer esto? —Pregunto su compañero. —¿Dejarías todo esto, por amor?
