Era una idea tan extraña, tan perturbadora que en el interior de Sungmin se desencadenaron multitud de sentimientos contradictorios. En primer lugar una sensación de emoción y alborozo que no tardó en ceder el paso a la depresión y al miedo. Hasta ese momento no se había dado cuenta de la desesperación con la que deseaba tener un hijo de Kyuhyun. Pero sabía también que era una locura. Por muy felices que hubieran sido aquella tarde, todavía había muchas heridas sin cicatrizar en su relación. Por no hablar de los viejos rencores y errores sin perdonar, la carencia absoluta de confianza y comunicación y la indefinida relación de Kyuhyun con Amanda... Pero, aunque fuera absurdo, Sungmin deseaba a ese niño más de lo que había deseado cualquier cosa en el mundo, excluyendo a Kyuhyun, por supuesto. Se imaginó a sí mismo apoyado contra un montón de almohadas con un recién nacido entre sus brazos. Y a Kyuhyun a su lado, abrazándolos a los dos y sonriendo con orgullo.
Pero la realidad sería muy diferente. Se encontraría solo, y Kyuhyun, después de haberse divorciado de el, estaría lejos, disfrutando de una nueva luna de miel con otra mujer.
-¿Estás bien, Sungmin?
La voz de Kyuhyun interrumpió el curso de sus pensamientos. Sungmin tragó con fuerza y se obligó a esbozar una sonrisa.
-Acabo de marearme.
-Últimamente lo haces demasiado a menudo. Ven conmigo y siéntate un momento -dijo con voz firme.
Le pasó el brazo por los hombros y lo condujo hasta un solitario banco situado cerca de un grupo de árboles, desde el que se podía contemplar el mar. Gradualmente, Sungmin fue sintiendo que el suelo se estabilizaba bajo sus pies y que la sangre volvía a sus mejillas.
-Eso está mejor -dijo Kyuhyun con alivio-. ¿Qué te ocurre, Sungmin? Me tienes verdaderamente preocupado.
Sungmin vaciló, estuvo a punto de contarle sus sospechas. Quizá Kyuhyun se pusiera loco de contento. Pero quizá no. Recordó las hirientes palabras que le había dicho en Bali y recapacitó. No, sería insoportable decírselo y que él lo rechazara. Era preferible esperar.
-No es nada -le dijo con énfasis.
-En cualquier caso, quiero que vayas al médico.
-No me des órdenes, Kyuhyun. Lo haré si vuelve a ocurrirme.
-¿Me lo prometes?
-De acuerdo, te lo prometo -se estaba recuperando rápidamente y su preocupación estaba empezando a ponerlo nervioso-. Mira Kyuhyun, estoy estupendamente. De verdad. Mañana estaré suficientemente bien para ir a la oficina.
-No quiero asustarte, Sungmin, pero todavía estás pálido. ¿Por qué no te tomas algún tiempo libre? Mañana podrías comer con tu madre, o hacer algo que te ayudara a entretenerte.
Sungmin estuvo pensando en su sugerencia, pero por mucho que se hubiera encariñado con su madre durante los siete años transcurridos desde la muerte de su padre, no le apetecía verla en ese momento. Jane Prero era demasiado astuta. Le bastaría estar media hora con ella para descubrir toda la verdad sobre su reencuentro con Kyuhyun. Sungmin se estremeció al pensarlo. Además, cuando al volver de Bali había llamado a su madre para decirle que había hecho las paces con Kyuhyun, no parecía haberle sentado muy bien. «¿Después de ocho años y de todas las mujeres con las que ha estado saliendo? Espero que sepas lo que estás haciendo», le había dicho. No, definitivamente no se sentía con suficiente valor para comer con Jane.
-Mi madre está muy ocupada -respondió.
-Vete a comer con alguna amiga entonces -insistió Kyuhyun.
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DESEOS DE VENGANZA (ADAPTACION KYUMIN BY NURA)
RomanceArgumento: Sungmin había abandonado a su marido ocho años atrás, y al cabo de todo ese tiempo, Kyuhyun volvía dispuesto a vengarse de el. Sungmin se encontraba en una situación difícil. Su padre había dedicado su vida a levantar la compañía que el h...