Smile

• Risas •

• Risas •

No importa dónde o con quién estés, la risa de Luffy era una de sus mayores características, sin importar en qué situación se encontrarán la risa de ese chico siempre terminaba alegrando los corazones de la gran mayoría (por no decir el de todos).

Esa tarde era así, Chopper y Usopp haciendo alguna tontería provocando las fuertes carcajadas en ese monito, mientras que Nami solo negaba con la cabeza mientras el resto del grupo solo reía por las tonterías de esos dos.

─ Ya cálmate, Luffy ─Reprocha la pelinaranja─ Un día de estos terminaras ahogándote con tu saliva, idiota

─ Fufufufu estamos hablando de Luffy, Nami, sería un raro acontecimiento que él se ahogara con su propia saliva

─ Como siempre eres la amargada maldita bruja ─Comenta el verdoso mientras bebe su botella de sake─

─ ¡Tú no opines! Que tú podrías morir intoxicado de tanto alcohol, me pregunto cómo no te has muerto

─ ¡Nami-san preocupada por sus amigos siempre es una imagen hermosa! ─Comenta bailando el rubio

─Una leve risa sale de los labios de uno de los más mayores del grupo─ Nunca hay días aburridos al estar con ustedes jajaj

─ Yohohoho ¡Estar con ustedes me hace sentir joven y vivo! Aunque ya no esté tan vivo yohohoho

─ ¡No hables como si ya estuvieras muerto Brook! ─Reclama el pequeño Chopper

─ Aunque para la edad que tienen se ven ¡SUPEEER bien! ─Comenta entre risas el peliazul

Más risas se hacen presentes en ese grupo, sin duda Luffy quería mucho a sus amigos, siempre que estaba con ellos podía reír de a montones y eso lo hacía feliz, la característica de cada uno siempre causaba felicidad en él, era feliz.

Esa misma tarde se reunió con Torao, después de todo iban a tener una cita luego de mucho tiempo, el cirujano se mantenía bastante ocupado por su trabajo y Luffy con la universidad (Aunque entre todos sabemos que él hace de todo menos estudiar).

Una risa escapa de sus labios al notar a lo lejos a su novio.

─ ¡TORAO! ─Corre hacía él, da un salto para caer justo en los brazos largos del ojeroso quién mantenía el equilibrio de ambos

─ Ya te he dicho que no hagas eso, Mugiwara-ya ─Comenta con calma y una pequeña risa

Luffy amaba eso, él era el único que podía hacer reír así a Torao, solo él era testigo de las sonrisas y risas más honestas del más alto, sin duda estaba feliz de serlo. Reparte varios besos por toda la cara del mayor causando un leve sonrojo en el mismo.

─ M-Mugiwara-ya, estamos en público ─Trata de apartarlo sin mayor esfuerzo

─ Shishishsi ¡Vamos Torao! A ti te gusta que yo lo haga shishi

─ Si, pero no dónde cualquiera nos pueda ver

─ Eso no es lo que dijiste a- ─Su boca es cubierta por las manos del ojeroso el cual tenía un rubor más notable sobre sus mejillas

─ ¡N-No tienes que hablar de eso ahora!

Otra risa escapa de la boca del menor mientras disfrutaba de esos mementos, sin duda no se arrepentía de su relación.

Aun recordaba cómo había iniciado y la verdad siempre le causaba demasiada gracia, después de todo, Torao y él llevaban 7 años de diferencia algo que sus hermanos siempre le reprocharon; Torao y él se habían conocido exactamente cuándo Luffy tenía 15 y Trafalgar 22, un día normal, ya que Luffy había ingresado al hospital debido a que se había roto el brazo tratando de escalar un árbol enorme en el bosque cercano a su hogar, aun lo recuerda con su gesto serió entrando al consultorio para atenderlo.