Destroy the Plot (Various!Beastars x Male!Reincarnated!OC)

Divine Atrocities

El camino hacia la casa de la mujer podría describirse como...normal.

Por supuesto,si con “normal” piensas en risitas con un tono dulzón y malicioso a cada maldito segundo.

–Me estás asustando–Matthew comentó nervioso mientras le pedía a quien sea que estuviese en el cielo que lo salvara de esa mujer–.En serio,das miedo...

–No seas llorón,Matthew–Audrey lo miró como si fuese algo insignificante–.¿Quieres o no el dinero?

–¿Por qué siento que me tratas como un esclavo?

–Porque lo eres,lindo.

–Por favor,ya deja de decirme lindo.Es raro que venga de alguien como tú.

–¿Ah,enserio?–Audrey se posicionó delante de él y dio un pequeño golpe en la mejilla de Matthew con el dedo índice–¿Y por qué?

–Porque pareces una violadora en serie que busca nuevas víctimas.

–¿¡Cómo me descubriste!?–La mujer dio dos pasos hacia atrás con un rostro espantado–

–¿¡Espera,que-

Matthew se congeló cuando notó que las comisuras de Audrey se elevaron en una mueca burlona.

–¡No seas tan crédulo,por el amor de Dios!

–Estoy empezando a pensar que cuatrocientos dólares no es suficiente dinero para soportarte.

–Aguafiestas debería ser tu nombre...

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–¿Cuánto falta para llegar?–Preguntó Matthew,sintiendo como las bolsas pesaban demasiado ahora–

–No seas flojo–Respondió Audrey mientras se retocaba el maquillaje en un espejo de mano–.La casa blanca con tres pisos.

Matthew agradeció internamente por el fin cercano de su sufrimiento.

Apenas sus dedos toquen el resto de esos jugosos billetes saldría de allí corriendo como un loco.

La casa en sí se veía como la casa de la típica niña mimada con padres ricos:vanguardista pero muy,muy extravagante.

Sólo el porche era más grande que el cuarto de Matthew y el de sus padres juntos...Y el resto de la casa,ni hablar.

–Bueno,diría que fue un placer ayudarte pero eso sería una mentira–Matthew dejó caer las bolsas sin considerar lo que tenían dentro–.Págame y no tendremos que volver a vernos nunca.

Audrey lo miró de soslayo mientras sacaba un monedero de su cartera.

–Eres un malagradecido–La mujer buscó y buscó en su monedero pero su rostro se torció en una expresión de molestia–...Ay,tienes que estar bromeando.

–¿Ahora qué?

–No tengo el resto del dinero conmigo.

Matthew gimió exasperado,sintiendo como un instinto asesino crecía dentro de él.

–Entra a la sala de estar y siéntate,enseguida traigo tu dinero–La voz de Audrey perdió algo de su...bueno,ya no sonaba igual–.Siéntete cómodo...Matthew.

Matthew sintió un horrible escalofrío en su espalda.

Ya estaba demasiado asustado como para seguir a la mujer,pero algo tenía ella que no podía ignorar lo que le pedía.

Sólo esperaba que ese dinero valiera su vida...

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El interior de la casa era bastante sencillo.

No dejaba de parecer casa de millonaria mimada pero no había tanta decoración extravagante como pensaría cualquiera.

Matthew estaba sentado en un sofá estilo años 70 de color púrpura oscuro.

Internamente...deseaba irse de ahí.

–¿Por qué tarda tanto?–Su ensimismamiento fue interrumpido por un sonido de...¿trompetas? que venía de arriba.–¡¿Pero qué mierda?!

No...

Absolutamente no...

Él ya no iba a estar en esa casa de los horrores esperando una muerte segura a manos de una loca.

Se levantó rápidamente del sofá con la intención de nunca volver allí en su vida,pero sintió algo atravesando su espalda.

Una extraña sensación de quemazón invadió su cuerpo junto a un zumbido en su cabeza.

Después...llegó un dolor indescriptible.

Le dolía la espalda,como si algo estuviera aplastando con fuerza.

Tenía miedo,tanto miedo.

Y entonces cayó al suelo sin parsimonia,aumentando todavía más la incomodidad.

Sintió algo húmedo debajo de él,trató de ver que era pero su visión fallaba.

Pero aún así un olor muy fuerte inundó su nariz.

Hierro.

No...

Sangre...

–No eres muy paciente–La voz de Audrey sonaba desde todos lados en la cabeza de Matthew–.Pudiste hacerlo más fácil para los dos pero decidiste lanzar todo por la borda,¿no es así?

Giró a Matthew y lo colocó de espaldas al suelo con una facilidad pasmosa.

Matthew apenas vislumbró algo negro en su mano pero ya sabía que era:una pistola.

–¿P-por qu-qué?

–No tengas miedo,Matthew–Audrey acarició el rostro del joven con delicadeza–.La muerte es solo un proceso entre miles.

Después,colocó la pistola en el pecho de Matthew y apretó el gatillo.

Ya no sentía dolor...ya no sentía nada...

Sólo sueño...

Y...extrañamente...paz.

–Nos veremos pronto,Matthew...Ten paciencia.