Ser el jefe de la Mafia Portuaria, es ser uno de los protectores de Yokohama. Dazai sabe eso pero parece no importarle, el hombre que desea morir solo tiene en mente a la persona que solo existe en ese universo, él hará todo lo posible para mantener...
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Cuatro Años Antes.
El castaño estaba en su oficina revisando unos papeles, se le veía muy concentrado trazando el plan que ejecutaría en poco tiempo, solo tenía una variante o más bien una pieza faltante. Un compañero.
Tenía varias opciones pero así como podían ayudarlo, también podían estropear todo. Debía ser preciso y astuto, de lo contrario, todo su plan se iría por la borda o se hundiría como el Titanic.
Entre sus opciones tenía a Chuuya, ambos confiaban en el otro ciegamente, pero la naturaleza del pelirrojo era un contra, siempre quería saber todo sobre sus planes, era inteligente pero no entendía el medio que utilizaba y mucho menos el fin, simplemente actuaba a su antojo, por más efectivo que fuera él pequeño mafioso, él dañaría el plan.
Por otro lado, Adeline revelaría cada futuro y por ende le notificaría cada ajuste que debiera hacer o cada error que tuviera que corregir, todo lo que él tuviera previsto ella le podía confirmar sí se daría con efectividad, pero élla nunca usaba su poder para beneficiar a otros, nunca intervenía con asuntos del destino, su habilidad era muy buena y élla nunca sacaba provecho de ella, por esa razón se llevaba terriblemente mal con la de ojos violetas. Sin dudas, descartada.
Juliette ni siquiera estaría de acuerdo, además de que el castaño detestaba la posibilidad de verla en peligro. No deseaba pensar en su muerte, suficiente ya tenía con los recuerdos de haber perdido a su mejor amigo.
Su cabeza era un torbellino de pensamientos.
¿Que debía hacer?
En cada línea de tiempo estaba destinado que uno de los tres muriera y el quería evitarlo.
Él quería hacer una excepción, no deseaba sentir el dolor de perder a su amigo o el de perder a la mujer de su vida. No lo permitiría. Los salvaría, a ambos.
Ese día había un evento organizado por la Port Mafia o mejor dicho organizado por Dazai el nuevo jefe de la Mafia Portuaria.
A la vista de los subordinados, ese evento era para establecer la confianza de los anteriores socios en el nuevo jefe, Dazai.
Los aliados de la Mafia tenían la intención de ganarse a Dazai y a sus ejecutivos con miles de regalos, como dinero y joyas, restablecer alianzas, crear tratados, engrandecer aún más a la Mafia y a Yokohama.
En la mente de Dazai lo que desearan hacer esas personas que querían un pedazo de poder no era nada de su interés, sus ejecutivos el día siguiente le notificarán los beneficios que podían conseguir para la Mafia Portuaria. Por ahora solo está concentrado en conseguir de ese evento a alguien fácil de utilizar o como el lo llamaría "carne de cañón" esa fiesta era su oportunidad.
El castaño observaba a detalle a las personas en la fiesta, uno de ellos formaría parte de su plan.
Nadie podría imaginar que esa reunión formaba parte de un maquiavélico plan del castaño, nadie lo pensó porque todos allí le tenían confianza y solo basto con escoger las palabras adecuadas.
