Rituales (Eruri)

Capítulo 3

A pesar de su fe ciega en los rituales previos y posteriores a cada partido que se reafirman con una victoria, no son infalibles, lo que aprende con una dura caída que tambaleará su confianza.

El nerviosismo usual que lo invade por la proximidad de la gran final del torneo aumenta por la noticia que les entregan en la práctica de esa tarde.

Mierda... ¿Cómo se supone que jugaré sin Levi?

-Tierra llamando a Erwin, ¿Estás bien?

-No... ¿Por qué escogieron esa hora para el juego? Levi estará en clases, tendré suerte si llega en el segundo tiempo... ¿Qué haré, Mike? – murmura escudriñando a su alrededor, cerciorándose de que sus compañeros no les prestan atención- Ya sabes lo que hacemos en los vestuarios.

-A veces detesto mi nariz.

-Perdón, ¿Qué haré? Soy demasiado supersticioso con esto, ¿Recuerdas aquella vez que me hiperventilé cuando olvidé mi elástico rojo? Mi papá tuvo que traerlo al gimnasio- comenta con la punta de las orejas rojas por la vergüenza, bebiendo un largo sorbo de la botella con agua- Zeke tiene razón, soy tan rígido, todo debe seguir un orden determinado o me frustro... ¿Por qué soy tan cuadrado?

-No lo sé, siempre fuiste muy exigente y estricto contigo mismo, incluso tu papá estaba preocupado, pero ya no.

-¿A qué te refieres?

-Desde que estás con Levi, te has relajado bastante, Hange no se equivoca en que un cuadrado se puede convertir en un círculo, cuando ustedes están juntos, eres más círculo que cuadrado- señala golpeando la palma en la frente del mayor en un gesto que han conservado a través de los años con una connotación de cariño- Ya modificaste tu rutina una vez, puedes hacerlo de nuevo, habla con Levi y encontrarán una solución.

-No quiero decepcionar al equipo...

-Eso nunca sucederá, no eres el capitán por tus habilidades, sino porque nos conviertes en un equipo, porque tu perseverancia y determinación nos motiva a todos a dar lo mejor, no importa si ganamos o perdemos, estaremos orgullosos de ti por dar lo mejor.

-Gracias, Mike.

Esa tarde discute la situación en la habitación de su novio, ya que pronto comenzarán los últimos exámenes del semestre y acordaron prepararse con tiempo. Una vez que expone sus preocupaciones, entierra el rostro en la curvatura del cuello ajeno mientras las caricias circulares en la espalda lo consuelan.

-Podría faltar ese día, Uri no se molestará.

-Tenemos que presentar el trabajo de química, al menos uno de la dupla debe exponer y yo me retiraré después de almuerzo, tienes que ir o nos reprobarán- señala esforzándose en reprimir el temblor en su voz, tensándose por las manos en sus mejillas que lo obligan a salir de su escondite- Levi...

-Dilo, no hay mentiras entre nosotros.

-Tengo miedo de fallar... te necesito ahí, pero también soy consciente de que debo hacer esto por mi cuenta, no puedo depender siempre de ti o de algo más... este juego es demasiado importante, nuestro oponente es muy fuerte, han ganado todos sus partidos con una diferencia de diez puntos o más...

-¿Es tan malo si pierdes?

Esa pregunta produce un escalofrío a través de su columna y alcanza los pequeños peluches de hámster en una esquina de su escritorio que los representan a ambos.

-L-Lo es... para mí lo es, detesto la sensación de defraudar a alguien, muchas personas nos apoyan y esperan que ganemos, yo...

-Dilo, no tienes que ser el chico perfecto conmigo.