Capítulo 5

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A medida que avanzan por el largo pasillo en dirección al vestuario, es inevitable que los amargos recuerdos del torno pasado lo embargan y el nerviosismo inicial es reemplazo por enfado al toparse con sus rivales, recibiendo unas miradas de superioridad a las que se suman discretas burlas.

-¡Vamos a trapear el piso con esos bastardos! Se creen los mejores porque ganaron una puta vez, auch, ¿Por qué demonios me pisaste, Reiner?

-Cálmate, idiota, esto es precisamente lo que quieren, alterarnos y que seamos impulsivos.

-Es cierto, pero nosotros tenemos una gran ventaja, hemos ganado muchos trofeos, ya superemos esa euforia y exceso de confianza por la primera victoria, acérquense- pide aguardando que el equipo se reúna en un círculo, captando por el rabillo que el entrenador esboza una sonrisa- Hace un año nos derrotaron, fue frustrante, pero ahora somos más fuertes, corregimos y mejoramos nuestro juego, concéntrense y no caigan en sus provocaciones, somos fuertes, invencibles e imparables.

-¡Fuertes, invencibles e imparables!

-Para muchos de nosotros es nuestro último partido, en menos de un mes nos graduaremos y tomaremos caminos diferentes, ¡Es nuestro último partido juntos! ¡Es nuestro último partido como un equipo! Vamos a entregar nuestro corazón y alma en este juego, quiero que cada uno de ustedes salga con la frente muy en alto, en estos cuatro años hemos compartido victorias, derrotas, celebraciones, lágrimas, felicidad, frustración y esperanza, por cuatro años nos unió nuestro amor y pasión, quiero que esta tarde nos despidamos entregando lo mejor de nosotros, ¡Quiero que salgan ahí y demuestren lo que pueden hacer! Nos despediremos de este equipo con una victoria, ¡No aceptaremos menos que eso!

-¡SI, CAPITAN!

-¡Fuertes, invencibles e imparables!

-¡FUERTES, INVENCIBLES E IMPARABLES!

-¡FUERTES, INVENCIBLES E IMPARABLES!

Los minutos previos se mantiene en un rincón, estirando sus extremidades con una concentración que lo abstrae hasta que la punta de una bota presiona el bulto bajo su short que se marca al permanecer sentado en el suelo y con las piernas extendidas, alternándose a tocar sus zapatillas con la palma opuesta.

-Me asustaste, am— abruptamente se calla al reparar en el particular atuendo de su novio, arqueando una ceja con curiosidad- ¿Por qué traes un abrigo, Levi? No hace frío, tampoco está lloviendo.

-No solo están jugando una final, es la última vez que serás parte de este equipo, es la última vez que los liderarás, capitán y estoy seguro de que ganarán, por eso lo celebraremos con algo muy especial, hoy no te la chuparé, Erwin, hoy te motivaré de una manera diferente- canturrea desabotonando la larga prenda oscura que revela una camiseta sin mangas, una falda corta y medias azules con un ligero.

Oh, mierda...

-Confío en tu destreza, confío en tus habilidades con el balón, confío en tu capacidad de liderazgo, confío en el equipo y por eso preparé algo especial, ¿Te gusta? Dijiste me vería sensual con un uniforme de porrista, ¿Esto cumple con tus expectativas, capitán Smith?

-Eres tan cruel, amor, me provocas con tu sexy belleza y ni siquiera me la chuparás, ahora entiendo a qué se refiere Zeke con lo de "bolas azules", ¿Eres tan malo para dejarme así?

-Podrás hacer todo lo que quieras conmigo cuando termine el partido.

-¿Todo? – repite con un brillo malicioso por las ideas que se atropellan una tras otra en su mente, soltando un quejido por la toalla que arrojan a su rostro.

Rituales (Eruri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora