3|| Vacance Club

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Vacance Club
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—Che, ¿vos estás segura de que me puedo pasar a tu cuarto? —preguntó por lo que pareció la décima vez Marizza

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—Che, ¿vos estás segura de que me puedo pasar a tu cuarto? —preguntó por lo que pareció la décima vez Marizza.

Después de la reunión y todo lo que había pasado en el día, Melanie creyó buena idea proponerle a Marizza que se mudara a su cuarto, ya que después de todo sobraba una cama. Y es que al fin partirían hacia el Vacance Club y lo mejor era que se instalara lo más pronto posible, porque al volver, las clases darían inicio.

—Uy, Marizza, mil veces te dije que si —Melanie se rió de lo insistente que estaba.

Rodando sus ojos, Spirito sonrió suspicaz —Buenísimo entonces, gracias muñeca.

Y era un agradecimiento genuino, porque después dé la impresión que le habían dado Mia Colucci y sus dos amiguitas, no sabía cuánto iba a aguantar en ese cuarto antes de matar a alguna. Al parecer, Melanie sabía mucho más que Marizza en cuanto a convivir con ellas, por lo que supuso que iba a entenderla muy bien. Y así fue.

Ahora estaban frente a la puerta del cuarto de Mía y sin más, Marizza abrió la puerta de un sopetón. Las tres amigas que se encontraban dentro parecían estar discutiendo algo serio, debido a las expresiones que tenían. Sin embargo, a Melanie le llamó la atención la cara que puso Mía cuando la vio entrar junto a Marizza. Parecía entre sorprendida y molesta, pero eso a ella ya no le importaba.

—Perdón, ¿interrumpo algo? —habló con fingido interés la pelirroja.

—No, llegaste justo —respondió Felícitas, haciendo que Melanie, que aún se encontraba junto a la puerta, arquera una ceja—. ¿Por qué no les contas a las chicas que fue lo que me contaste de Vico a mi?

Uy, ¿y ahora que hizo esta?, pregunto Melanie.

—No, yo no soy buchona, ¿ustedes si? —se negó con desinterés, yendo a buscar sus cosas.

Esto pareció darle pie a Vico para defenderse.

—¿Ves? ¿Ves que te estaba tomando el pelo? —acusó la de cabello corto.

rebel spirit | rebelde wayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora