Que la vida nos vuelva a juntar,
que no dudaré en salvarte otra vez!
💚
02:30
Me senté en la cama y mire a mi alrededor buscando que podía hacer para distraerme, o cansarme para que me diera sueño pero no encontre nada
Solte un suspiró. Me puse las zapatillas, un buzo, agarre mis llaves y sali de casa
No era un buen horario para salir, mucho menos sola, pero senti que lo necesitaba, tomar aire, tal vez, me hace bien.
Camine dos cuadras hasta llegar a la plaza del barrio. No iba a quedarme, siempre hay juntada y terminan mal, pero hoy, por suerte, no habia nadie, estaba completamente vacía. Que sorpresa
Mire el cielo, estaba cubierto de estrellas iluminadas y una media luna radiante y hermosa
¿Por qué me esta costando dormir? ¿Por qué siento que me sofocó al estar en mi habitación?
Escuche un ruido y mi pulso se aceleró. Por miedo, creó.
Vi una figura acercarse, sin prisa, con dificultad, como si le costara horrores cada paso que daba
Con mi mano tantee mi celular y las llaves
Respiré lo más tranquila posible, queria demostrarle que no tenia miedo, que su presencia no me causaba temor
La persona paso por mi lado, sin mirarme, como si yo no estuviera ahí, observándolo y a punto de salir corriendo.
Sentí un ruido extrañó en dirección a donde se habia ido la persona, lo pensé y dudé pero mire. Estaba desplomado en el suelo, sin moverse o quejarse
Mire a mis alrededores y no había nadie
Me pare y fui caminando despacio, me detuve al llegar, me puse de rodillas, le hable y lo di vuelta
Encontrándome con un chico, mas o menos de mi edad, con sangre por gran parte de su rostro, cortes en el pómulo, nariz y labios. Mi vista fue a sus manos tenia cortes también
Al parecer tuvo una pelea, no debía meterme, pero tampoco podía dejarlo tirado acá.
Le di palmadas en su rostro para ver si reaccionaba pero no lo hizo, solo solto un quejido haciendo que de un brinco del susto
– May... Maylen — escuche una voz masculina – ¿Qué haces acá? ¿Qué pasó? ¿Quién es? ¿Te hizo algo?
– Ramón, ayúdeme... no sé, sali a caminar y lo encontré así
Estaba desesperada. Sentia miedo. Tenía que ayudarlo.
Llamamos a la policía y una ambulancia, pero como era de esperarse nos dijeron que estaban colapsados, que no había ambulancias. Pero sabemos que si tienen ambulancias, al igual que policías pero no entran al barrio, menos a estas horas
Mi desesperación aumentó. Y no entendía por qué.
– Espérame que voy a buscar mi auto. Lo llevamos nosotros
– Si... si, gracias — dije temblando.
Me saque el buzo y trate de limpiar algunas heridas, lo escuché quejarse y moverse
– No, no te muevas. Te voy a ayudar, mantene los ojos abiertos, mirame — le supliqué, pero estaba débil.
Ramón se fue a su casa y lo entendí. Se disculpó por no poder quedarse conmigo pero le agradecí porque con haber frenado y ayudarme a traerlo fue suficiente. No sé si otra persona hubiese hecho lo mismo.
Y me dio rabia al ver dos ambulancias afuera. Pero discutir iba a ser en vano.
Estaba en la sala de espera, ya no sabia que hacer, hace una hora que entraron y no me dicen nada
Hasta que por fin apareció el médico. Al cual tuve que mentirle diciéndole que era la hermana porque ni bien llego me dijo que si no era familiar directo no podría darme información del paciente.
Me dijo que tenía fracturada una costilla y que recibió un golpe en la cabeza, que estaba fuera de peligro pero que debía mantenerlo en observación por unos días.
Entre a la habitación y me senté en la silla que estaba cerca de la ventana
¿Quién es? ¿Cómo le comunicó a su familia?
No sabía que hacer.
La puerta se abrio y una enfermera aparecio para inyectarle un medicamento y me entrego las pertenencias. Habia un celular pero tenia contraseña
Espere a que ella haga su trabajo y se vaya para acercarme y desbloquearlo con su huella. Por suerte funcionó
Busque varios contactos pero con el que más interactuaba era con un Camilo, o algo así.
Lo llame y le expliqué lo que había pasado, quedo en venir y darle aviso a su familia
¿Tendría que irme o quedarme?.
• • •
Escuchaba unas voces murmurando
Fui abriendo mis ojos con lentitud, me encontré con el chico sentado en la cama bebiendo algo y riendo junto a dos chicos
Su vista viajo hasta mí, y de los otros dos también, me sentí nerviosa
– Hola, soy Camilo. Hablaste conmigo — dijo extendiendo su mano
– Hola. Si, si me acuerdo
Me puse de pié.
– ¿Cómo estás? — le pregunté tímida
– Bien. Gracias a vos
– Ramón también ayudo. Fue quien nos trajo
– Ramón ¿el de la ferretería? — pregunto Camilo
– Si, ese mismo.
– Dijiste que eramos hermanos... por cierto, me llamo Mateo
– Es que no me iban a dar información.
De repente muchas personas entraban a la habitación. Lo besaban, abrazaban y le hacían muchas preguntas a la vez sin esperar que responda alguna
Me alejé quedando en una esquina.
La enfermera entro poniendo un poco de orden, o eso intento hacer
Creo que debo irme, pensé.
– ¿Te vas? — preguntó y me di vuelta. Todas las miradas estaban sobre mí. Asentí – Gracias
– Cuídate porque no voy a poder estar siempre para salvarte— sonrió y asintió lentamente con la cabeza presionando sus labios
Le regale una sonrisa. Cerre la puerta detrás de mí y me fui.
🖤🖤🖤
