Ella ama el metal, pero yo la amo a ella ♡

11. Solo suerte (Hunter)

No sabía que mierda estaba pasando, todo pasó jodidamente rápido, solo recordaba que estaba en un concierto, besando a la mujer que mas amaba en el mundo después de pedirle que fuera mi novia, tras un insoportable mes sin poderle confesar mis sentimientos para no quedar como un pesado que se encula con la primera conversación, aunque pude negarlo todo este tiempo, desde la primera vez que vi a aquella niña de menos de 1.60 tocar su guitarra de más de 4 kg de una manera increíblemente adictiva, y patear a un acosador de mierda en los huevos esa misma noche, supe que sería mi maldita debilidad el resto de mi vida.

H: No tienes idea cuanto te amo. Dije acariciando su cabello mientras ella recargaba su cabeza en mi hombro, disfrutando los últimos momentos del concierto

I: Jamás creí convertir a Hunter Sylvester, el metalero loco que creía que los sentimientos te hacen débil en un metalero igual de loco, pero super cursi con su novia

Esta declaración no se por qué me dió tanta ternura, como respuesta besé suavemente la comisura de los labios de Isa mientras pensaba que era verdad, gracias a ella me di cuenta que no era malo ni débil amar a alguien, lo cual me hacía sentir irritantemente cursi. El concierto terminó y aunque mis expectativas ante él eran bajas fue la mejor maldita experiencia de mi vida.

H: El concierto terminó, vamos linda, te llevare a tu casa

I: Tienes planes mañana?

H: No, por?

I: Es tarde para que viajes solo, ¿Quieres dormir en mi casa?

No mentiré, eso me cayó desprevenido, digo, una cosa es que ya fuéramos novios, pero dormir en casa de mi suegra oficialmente es otra cosa, además ella ni siquiera sabía de nosotros aún.

H: ¿Que pensara tu mamá de esto?

I: Salió con Victoria de antro en otra ciudad y se quedarán ahí, no vuelven hasta mañana en la tarde

H: De verdad?

I: Claro! Además ni que fuéramos a hacer algo.... Me entiendes no?

H: Evidentemente, además llevamos saliendo oficialmente como 15 minutos, no somos dos idiotas calenturientos como los de Glenwood

I: Entonces aceptas?

H: Si no le molesta a tu mamá, cómo negarme

PITOS, como si no fuera suficiente para mi declararle mis sentimientos a Isabella en una sola noche, también dormiría con ella por primera vez. Aunque era obvio que no haríamos algo más me daban unos nervios increíbles.

I: Siéntete como en casa

H: Aún me da miedo que tu mamá nos descubra y se moleste conmigo, parece que me ama más que a tí

I: No te preocupes, es verdad que te ama, siempre me pregunta por ti y desde el primer día insinúa cosas sobre nosotros, además ella siempre ha sido muy abierta con estos temas y no le molesta que traigamos a nuestra pareja, lo único que le importa es la protección, que obviamentee no necesitamos porque solo vamos a dormir. Mierda, cambiemos de tema, ¿Tienes hambre?

H: Agradezco que preguntes porqué me cago de hambre

I: Vic hizo pasta, robémosla.

H: Ni madres, de por si tu hermana parece querer aniquilarme cada que me ve, mas si me como su pasta

I: Tranqui, normalmente yo no ceno, entonces apenas se enterará. Dijo mientras calentaba un plato de pasta que se veía jodidamente bien al mismo tiempo que se desabrochaba el corset que era parte de su vestido (o lo que sea que fuera eso)