Guardianes del Mundo

La Visión

Agnes estaba durmiendo en su casa y Arion estaba cerca leyendo uno de esos tantos libros que le leía su abuela.

- ¿Hola? ¿Dónde estoy? - Decía Agnes en su sueño, estaba en un lugar hermoso con un enorme pastizal y unas hermosas montañas a lo lejos.

Entonces una figura enorme salió detrás de la montaña, esa figura era como ellos, pero no era un perro, el era en realidad un lobo, con un aspecto poderoso y amenazante. Agnes no se asustó al verlo, pues ya lo había visto antes, fue quien le hizo saber de los elegidos y todo sobre ellos.

- Hola Agnes, nos volvemos a ver - Dijo esa enorme criatura reduciendo su tamaño para poder estar frente a Agnes.

Agnes lo saludó haciendo una reverencia por respeto

- Hola, antigüo ancestro Fulv ¿Que se le ofrece?

El la miró y le dijo

- Te tengo noticias sobre los elegidos, y su mundo. Como eres la única con la que puedo comunicarme, sabes que físicamente no puedo hacer mucho, así que te encomiendo a tí el deber de hacerles saber lo que pasa. - Dijo la entidad mientras tenía su mano en el hombro de Agnes.

- Claro, estoy dispuesta a hacer lo que pueda - Le contestó llena de determinación y con una expresión decidida.

- ¡Bien! Ahora te mostraré  una visión para que veas a lo que se van a enfrentar los héroes.

Fulv, hizo aparecer un bastón de oro con una piedra en la punta, lo hizo girar e hizo un círculo en el aire. Entonces se abrió lo que parecía ser un portal y Fulv le dijo a Agnes

- Esto que verás es una visión al pasado de lo que sucedió allá, por favor entra.

Agnes entró en el portal y Fulv junto con ella.

- Como podrás ver, los culpables de esto fueron ellos, los del mundo de los elegidos. Pero no todo es malo.

- ¿Por qué? - Dijo Agnes llena de indignación

- Pues verás... Mørk como el se hace llamar iba a venir aquí a tu mundo y pues prácticamente ellos lo evitaron.

Agnes veía boquiabierta, las escenas de todo lo sucedido y cuan poderoso es el.

- Ahora mira esto - Dijo mientras meneaba el bastón, cambiando la escena - Aún no puedo revelarte las identidades de los nuevos elegidos pero aquí un pequeño acercamiento.

- ¿Por qué escogiste nuevos?

- Pues verás, los antiguos héroes ya no están en la mejor forma que digamos para poder pelear, así que escogí nuevos elegidos para portar las gemas, lamentablemente tuve que sacrificar los poderes de los actuales para que los nuevos las puedan usar, pero algunos serán nuevos poderes nunca antes vistos.

- ¿Y como sabré quiénes son los nuevos elegidos? - Dijo Agnes llena de dudas.

- Las gemas los escogerán. Ahora ve, sal de aquí y avísales a todos.

- Entendido - Agnes se dió media vuelta y empezó a caminar hacia el portal de su sueño.

Una vez allá ambos estaban parados en medio de ese hermoso lugar.

- Agnes, antes de que despiertes, estaba olvidando algo.

- ¿Que pasa Fulv?

- Cuando los 4 derrotaron a Eliptron pude materializar mi cuerpo en una fusión de los 4 que ellos controlaban, tengo la sospecha de que lo intentarán de nuevo para convertirse en eso. Avísales que no lo hagan ya que ya no estaré ahí, tengo que cuidar a los que Mørk envío a otro mundo. Y recuerda la gema blanco y negro es la más especial, asegúrate de que el nuevo portador la cuide. Y no permitas que nadie regrese, ya que las criaturas de allá los veran inferiores y podrían atacarlos, solo los elegidos con las gemas podrán ir, pues, las criaturas les tendrán miedo, pero diles que estén alerta y no se confíen, pues éstas criaturas siempre estarán dispuestas a atacar.

- Muchas gracias por la información, y claro así será - Dijo Agnes haciendo una reverencia de despedida mientras desapareció frente a Fulv.

Fulv estando solo allí solo dijo

- Mucha suerte...

Agnes despertó, se sentó en su cama y vio alrededor, se bajó de la cama y se asomo afuera, todos estaban frente al portal abierto ya no estaban festejando, estaban parados frente a el portal y los elegidos se dirigían hacia el portal

- ¡¿Que está pasando, a dónde van?!

- Abuela, despertaste. Lo que pasó fue que el papá de Bluey del mundo de ellos llegó y dijo que vio criaturas como, sombras aterradoras de casi 2 metros de alto, con una cabeza redonda, cuerpo delgado y que tenían 5 dedos y que no hay nadie, todos desaparecieron. Entonces los elegidos se dispusieron a ir para derrotar esas criaturas y ver qué es lo que está pasando.

- ¡Que! Diles que no vayan detenlos.

- ¿Porque?

- Tu detenerlos tengo algo que decirles

Arion fue corriendo y llegó justo a tiempo antes de que entrarán al portal

- ¡Esperen! Detenganse

Todos se detuvieron

- ¿porque nos detienes? No hay tiempo que perder tenemos que ir - Dijo Stripe un poco molesto.

- Mi abuela tiene algo que decirles

Agnes iba llegando caminando a dónde estaban ellos

- Esperen, por favor les tengo que decir algo - Les dijo

-¿Que pasa? - Dijo Pat

- Sus poderes ya no funcionarán.

- Claro que si, solo destruimos nuestras armas y nos convertimos en esa criatura poderosa de nuevo, y ya. - Dijo Fido mientras hacía una pose

- No, eso ya no funcionará, tuve una visión y el mismo que me habló sobre ustedes y las gemas me dijo que ya no iban a poder hacer eso, ya que el fue quien los ayudó, y por ahora no podrá.

- ¿Que? Y ¿Que más te dijo?

- Miren sus gemas

Los 4 miraron las gemas y notaron algo, que a pesar de tenerlas en las manos no se convirtieron y lo más conveniente, habían cambiado de color y no se habían percatado.

- ¿Qué? ¿Porque mi gema ahora es roja? - Dijo Fido

- Muestrenmelas dijo Agnes

Todos acercaron sus gemas, se sentía un ambiente tenso y silencioso, todas tenían un color diferente, la de Fido ahora es roja, la de Pat ahora es marrón, la de Stripe se hizo azul y la de Zack, esa gema blanco y negro, fue la única que no cambió de color.

- Ven las gemas ya tienen nuevos colores de los nuevos portadores, esto no tiene ningúna relación con nada las gemas escogieron a los portadores de manera general - Les dijo Agnes.

- Y entonces, como sabremos a quien le tocan las gemas? - Dijo uno de ellos.

- Las gemas tienen algo especial que lo mostrará. Y una cosa más, tendrán poderes nuevos.

Las gemas empezaron a brillar de un lado en específico, todos las miraban asombrados. Tal vez eran como una brújula apuntando a su nuevo portador.