Ya empezaba a amanecer, pero se seguía viendo oscuro, pues el cielo estaba cubierto de nubes verdosas, que hacían ver todo más apocalíptico. En el departamento estaban todos dormidos, excepto Mackenzie. Rusty estaba acostado en el sillón, Winnie se quedó dormida frente al sofá, Bluey, estaba dormida en el lado izquierdo del sillón en el suelo, abrazando un cojín, Seth simplemente estaba en el suelo acostado, por los movimientos y muecas que hacía daba a entender que estaba soñando.
Estaba en un lugar oscuro, no se veía nada, pero oía una voz que le decía "Seth, yo sé que tienes miedo"
-No, yo no tengo miedo, estoy a salvo con ellos
- Lo sé pero, dime, si te quedas solo, no eres nada, para ellos, esas criaturas no son nada más que algo molesto. Y mírate, casi acaban contigo y te alcancé , digo, te alcanzó a morder una de ellas de no ser por ellos estarías muerto-
- Lo sé pero ellos son los buenos, además no hay nada que pueda hacer, ellos tienen poderes porque son elegidos, yo no
Entonces en toda esa oscuridad se encendieron unas luces que iluminaron un pasillo con vitrales en las orillas como si de un museo se tratara. Al final del pasillo no había luz, solo se veía oscuro.
- ¿Que es todo esto? ¿Que estás intentando hacer? ¿Dónde estoy? -
Entonces escuchó una voz que le decía "ven, yo soy todo lo que quieres, quieres poderes, yo te los puedo dar"
Seth no confiaba, pero empezó a caminar hacia el final del pasillo, entonces algo se iluminó ahí, era algo o más bien alguien.
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Era un perro, al cual no le podía ver la cara, traía una máscara, lo único que alcanzó a ver eran sus orejas azules por encima de esta, y los ojos rojos de la máscara.
Cuando estuvo suficientemente cerca, despertó.
Se sentó de golpe y miró alrededor, y miró su mano que había sido mordida, la parte de color negro se extendía ahora hasta su hombro, se asustó, y pensó que talvez solo era cuestión de tiempo para que eso talvez lo convirtiera en una criatura como esas. Aún seguía en el apartamento, todos estaban dormidos, excepto Mackenzie quien estaba sentado junto a la ventana.
Se acercó a el, se sentó junto a él y hubo un silencio incómodo por un rato. Hasta que Mackenzie habló.
—Antes, tenía miedo a que me abandonaran por un simple mal entendido en un tobogán cuando era niño. Ahora veo como es realmente sentirse abandonado y sin esperanza—
Seth no entendía porque Mackenzie decía eso, pero no sé animaba a preguntar. Entonces, Mackenzie continúo hablando.
—No tengo idea de por qué me desperté, tal vez para ir al baño o quién sabe. Pero cuando lo hice, escuché un rugido estruendoso proveniente de afuera, y cuando me apresuré para ir a ver qué era. Era un krill, que había encontrado un grupo de sobrevivientes, centró su luz sobre ellos y los atacó. Solo quedaron esas manchas en el suelo. Pude ver sus expresiones de soledad y desesperación, con la perdida de la esperanza, mientras no había nadie que los salvara—
