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Park Yoochun siempre se consideró a sí mismo como un hombre razonable y realista. Su agudo sentido del realismo fue la razón principal por la que era uno de los mejores abogados en Seúl, y se enorgullecía de ello. Razón por la cual al pobre hombre se le erizo la piel una mañana cuando fue despertado por un chico brilloso que estaba flotando.
El temor de trabajar con Kyuhyun le había finalmente robado su cordura, Yoochun inmediatamente se escondió debajo de sus mantas, tratando de olvidar todo acerca de la alucinación que había visto justo delante de él.
-¿Um... Park Yoochun?-una muy inusual voz en tono alto lo llamo.
-¿Me estás hablando a mí?-Yoochun se preguntó con los ojos muy abiertos-¿mis alucinaciones están hablándome? Querido Dios, tengo que estar completamente loco.
-¿Hola? ¿Park Yoochun?
-Tal vez si trato de hablar con él, ¿desaparecerá?-Yoochun se retorció, todavía oculto de forma segura bajo las sábanas-¿pero las personas que hablan con sus alucinaciones no son aún más locas? ¿Debería ignorarlo?
-¡Yah! ¡No soy una alucinación!-dijo, esta vez sonó con indignación. Yoochun lentamente asomó la cabeza de debajo de las sábanas, con cautela viendo al chico flotando en frente de él. El chico parecía joven, de unos veinte a lo más. Tenía una mata de cabello castaño que caía en sus ojos, y aunque parecía molesto, sus labios tenían una gran sonrisa brillante. Yoochun pensó que el chico lo parecía extrañamente familiar, pero no sabía por qué.
Por lo menos mis alucinaciones son de tipos guapos, pensó Yoochun mientras se quitaba las sabanas completamente fuera de él y se sentaba en su cama.
-Muy bien, así que si no eres un producto de mi imaginación, entonces ¿por qué flotas a tres metros en el aire y tienes la piel que luce como si estuviera hecha de linternas?-Yoochun preguntó, entrecerrando los ojos.
-¿Linternas?-Donghae susurró para sí mismo, confundido sobre el significado de la palabra. "Aish, yo sabía que debía estudiar sobre la tecnología humana", el ángel se dijo mentalmente reprendiéndose-Uh... no soy parte de tu imaginación-continuó Donghae, mirando al hombre en la cama-Soy un ángel.
-¿Un ángel?-Yoochun preguntó, enarcando las cejas-¿cómo un ángel que tiene alas, una aureola y vive en el cielo?
-Sí-dijo Donghae con entusiasmo. Los dos se miraron durante unos minutos en silencio.
-Sí. Está decidido. Estoy oficialmente loco-Yoochun dijo, suspirando para sí mismo y salió de la cama. Donghae inmediatamente frunció el ceño y siguió al abogado cuando comenzó a salir de la habitación para ir al baño.
-Realmente soy un ángel. ¡Mira! ¡Incluso tengo alas y una aureola como tú dijiste!-exclamó. Yoochun miró al chico una vez más y vio que efectivamente, tenía el requerido combo de aureola y alas. "¿Cómo diablos no los vi desde el principio?" pensó el abogado con el ceño fruncido.
-Está bien, tienes una aureola y alas, pero eso no me convence de que no seas sólo algo que estoy imaginando-dijo Yoochun brevemente-si realmente eres un ángel haz algún tipo de milagro para demostrarlo.
-¡Oh! ¡Milagro!-Donghae gritó con alegría. A diferencia de Sungmin, Donghae era muy hábil en hacer milagros. Bueno... en verdad, Donghae sólo podía hacer un milagro, pero lo hacía muy pero muy bien.
-¡De acuerdo, hazte para atrás y observa esto!-dijo Donghae alegremente. El ángel se puso enfrente de la bañera de Yoochun, con una mirada de concentración absoluta en su rostro. Levantó las manos y segundos más tarde, algo pequeño y resbaladizo apareció en la parte inferior de la bañera. Yoochun se precipitó a la tina y miró dentro de ella, esperando algo mágico, o por lo menos milagroso. Miró por encima del borde de la bañera para ver...
Un pequeño pez hiperventilándose y retorciéndose.
-Un pez-exclamó Yoochun-¿ese fue tu milagro? ¿Hacer aparecer un pez en mi bañera? ¿Qué clase de ángel eres?
-¡Yah! ¡Los peces son adorables!-Donghae respondió gritando.
-¿Cómo se supone que eso es un milagro? ¡Es más como un truco de magia!-replicó Yoochun. Sacar un conejo de un sombrero... poner un pez en una bañera. Ellos eran básicamente idénticos.
-Los peces son lindos y hacen feliz a la gente-dijo Donghae con una mueca-el único punto de los milagros es traer alegría a la gente y hacerlos felices.
-Lo que sea, ya has demostrado tu punto... sólo sácalo de mi bañera-dijo Yoochun, mirando hacia abajo al animal agitándose con disgusto.
-Sungmin siempre pensó que este milagro era increíble-murmuró Donghae mientras levantaba sus brazos una vez más.
-Espera... ¿Sungmin? ¿El mismo Lee Sungmin? ¿Lo conoces?-Yoochun preguntó.
