【Magico】

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—Lo siento Bangchan. Al menos tres o cuatro meses.

Pero Bangchan no escucho nada más. Su mente se nubló y de pronto sintió como todo su mundo se caia a pedazos.
Sus manos temblaban, su cabeza dolía y su respiración cada vez, estaba más errada.

—Por favor. No le diga a nadie, ni siquiera a mi familia.

El doctor asintió con lástima. —De acuerdo. Vendré en unas horas.

Cerró los ojos, pensando en su familia, sus amigos. Joder, su hijo.

Felix ¿Quien lo ayudaría con su tarea?

Hyunjin, ¿Con quien tomaría café?

Jeongin, Acaba de ser papá ¿Quién lo aconsejaría?

Su madre, ¿Quién la abrazaría?

Hanji, ¿Quién lo llevaría a casa después del trabajo?

Jaemin, su bebé ¿Como se lo diría?

Bangchan sintió las lágrimas caer sin control, a su lado estaba Hyunjin apretandolo sin saber que pasaba.

No supo cuanto tiempo estuvo así, en brazos de su mejor amigo, los espasmos de su cuerpo habían cesado y ahora el sueño lo estaba invadiendo.

(...)

—¿Todo bien? —La madre de Bangchan preguntó a Hyunjin. —

Este suspiro. —No se. No quiso decirme.

—Hablaré con el doctor.

Pero fue en vano.

Al menos una semana paso, Bangchan se iría del hospital por voluntad propia con la promesa de volver a sus chequeos.

Sonrió a su madre cuando está entró al cuarto con su bolso ya listo. —¿Tienes hambre?

—Si, ¿Podemos avisarle a los chicos?

—Claro mi amor.

El camino a casa fue tranquilo, Bangchan pensó que era innecesario deprimirse, no había hablado con nadie de esto y prefería que siga así, no soportaría ver a todos deprimidos por el. Debían vivir la vida.

—¡Papi!

Las lagrimas salieron sin control al ver a su pequeño hijo de cinco años correr hacia el. —Mi vida.

—Te extrañe mucho.

—Yo tambien amor.

Sus amigos y familia estaban ya listos, la comida abundaba y algo dentro de Bangchan se sintió cálido. Les dio una sonrisa a todos y luego de una ducha se sento junto a todos.

(...)

Kim Seungmin tomo su brazo mientras corría por algún lugar del bosque junto a su hermano Minho. Ambos habían perdido el tiempo en el que estuvieron corriendo, simplemente siguieron sin mirar atrás.

Minho vio luces a lo lejos, con un ápice de ilusión, tomo la mano de su hermano mayor y lo sostuvo fuerte.

—Vamos Min, un poco más.

Seungmin lo miro asintiendo.

Los minutos parecían eternos, cuando sus pies tocaron el asfalto un suspiro de tranquilidad salió de ambos.

—No, no, no.

Aquellos hombres corrieron hacia ellos con armas en sus brazos. Seungmin abrazo a su hermano cuando sintio que caia.

Un lago. No puede ser, Minho no sabía nadar.

—¡Minho!

La desesperación invadió al mayor, su mirada para todos lados y las lágrimas que se mezclaban con el agua.

ChanMin【OS】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora