Gianduiotto

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—¡¿Qué?!, no, están intentando hacerme una broma— dijo el menor rodando los ojos a sus hermanos, pero la mirada de ellos era de burla—. No, no es cierto, Miguel no estuvo en la casa. 

—Cree lo que quieras Hiro, pero es así. Y aquí está su numero telefónico. De nada— sonrió con orgullo mirando el rostro perplejo de su hermanito. 

—Bien hecho Tadashi, lo rompiste— dijo con burla mientras terminaba de acomodar el ultimo postre en el mostrador. 

—No es cierto, no, no.

—Lo es, pero si no lo quieres, puedo simplemente tirarlo...

Fue interrumpido por el rápido movimiento de su hermanito, el cual ahora tenía el papel con el numero telefónico de Miguel. 

—Miguel Rivera— susurró nervioso leyendo el nombre en el papel y ver a sus hermanos. Sentía su rostro rojo, estaba avergonzado y nervioso. 

—¿Soy el mejor hermano del mundo o no? 

—No, lo es Kyle, pero esto es asombroso. 

Una risa salió del mencionado al ver el puchero de Tadashi. Rodó los ojos viendo a la puerta, había entrado un cliente. 

Uno muy peculiar. 

—Buenos días. Quisiera una trufa de chocolate amargo, por favor. 

Los tres hermanos se miraron con duda, ese no era Miguel Rivera. 

—Claro, ¿Una sola?—pregunto el mayor de los gemelos viendo al moreno, ¿Era hermano de Miguel? 

—Uhm, ¿Hay alguna forma de envolver varias de una vez y llevarlas. Como en una caja o algo así— explicó moviendo sus manos mientras miraba a los tres—, mi amigo suele comprar una diaria, pero creo que es mejor comprar la caja. ¿Una de seis?

—Claro, Hiro, ¿Quieres encargarte? 

—Claro, ¿Quieres elegir los envoltorios? 

—Bueno, cualquier está perfecto— dijo con tranquilidad mirando su celular. Frunció el ceño y después volver a ver al chico—. Pero si tienen azul sería bueno. 

—Ah... claro, permítame— respondió escogiendo diferentes envolturas de azul, no tenía suficientes diseños, y no quería repetir. Buscó los que tuvieran aunque sea un patrón equivocado o mal hecho para que parecieran diferentes, y con ello terminar de envolver las trufas. Ahora sabía que debía hacer más. —Aquí tiene. 

—Gracias —respondió amable pagando y salir de la tienda. 

Hiro se quedó en silencio y fue prácticamente por impulso que salió tras el chico y detenerlo. 

—Lo siento, pero, ¿Eres familiar de Miguel? 

—¿Miguel?, ¡Oh!, bueno, no, somos amigos, ¿Nos parecemos?— dijo con burla señalando su propio rostro. 

—Bastante... ¡Oh!, lo siento, no quería molestar. 

—No, descuida, siempre viene aquí, ¿No?, ah, cierto, soy Marco, Marco de la Cruz— sonrió extendiendo su mano. 

—Hiro Hamada, un placer. 

—Bueno, hasta luego Hiro, le mandaré tus saludos a Miguel — sonrió tranquilo regresando a su camino. 

Hiro por otra parte sintió pánico por lo que había dicho el chico, pero no tuvo fuerza para detenerlo una segunda vez y pedirle que no lo hiciera. Regresó rápidamente a la tienda y esconderse en la cocina. 

Estaba tan muerto. 



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⏰ Última actualización: May 07 ⏰

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Chocolatería (Higuel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora