Tarta sacher

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—Ah...—la mirada del menor estaba perdida—no recuerdo...

—¡¡HIRO HAMADA!!, ¡¿Cómo diantres olvidaste la receta?!—habló alarmado el mayor—, no sé si lo recuerdes genio, pero nadie se sabe de memoria la receta, salvo tú, sabes que es un postre delicado, mejor que nadie lo sabe—siguió regañando el cocinero al más joven.

—Lo siento bebé, pero estoy del lado de Kyle— ambos mayores veían a su hermano. Aquel genio con memoria espectacular, su recetario privado y quién había hecho explotar el laboratorio donde el recetario por escrito de sus padres estaba. 

—Tranquilos, intentaré recordar, déjenme ver— la cocina se quedó en silencio mientras ambos gemelos veían a su hermanito. La expresión de este era que no lo recordaba, ni lo estaba intentando siquiera. 

—¡¿En que rayos estás pensando?!—habló serio el mayor viendo que Hiro en verdad no lo estaba intentando para nada. 

—¿Bebé?, ¿Qué te tiene preocupado?—la voz de Dashi fue más comprensiva que la de su hermano mayor. Hiro se veía afligido. Tal vez eso lo impedía. 

—Miguel...—dijo bajo causando una mirada de molestia en Kyle y una mirada comprensiva en Tadashi. 

A pesar de ser gemelos, ambos actuaban muy diferentes, siendo casi polos opuestos. 

—¿Qué hay con él, Hiro?—habló nuevamente comprensivo escuchando un bufido por parte de Kyle. 

—No ha venido, ya casi es la semana. Él venía diario, desde hace medio año. ¿Y sí le sucede algo?, no es normal desaparecer un día y dejar de frecuentar tu tienda del diario—dijo preocupado viendo a su hermano, cómo si Dashi tuviera la respuesta del porque el moreno ya no iba a la tienda cada mañana. 

—Posiblemente se dio cuenta de como lo miras siempre y decidió irse—dijo el mayor de los hermanos mientras batía la mezcla intentando recordar sobre la marcha la receta.

—¿Creen que fue por mi culpa?—la expresión de Hiro había cambiado de una preocupada a una desanimada. 

Tadashi de forma inmediata le dio un golpe en la nuca de Kyle y acercarse a abrazar a su hermanito. Negando de forma rápida y ver la mesa. 

Si bien, no podía negar que la curiosidad con la que Hiro veía a ese chico, era demasiada, y que sus sentimientos eran demasiados obvios, no podría tomar eso como una forma de hacer que una persona se alejara, puesto que aquel joven nunca notó a su hermano. Y es que realmente no es como si se pudiese fingir que no notas que hay un chico que te mira atento y te sonríe como torpe. 

Pero lo que Hiro sentía era serio, una preocupación genuina que hacía que Dashi quisiera ir a encontrar la respuesta con tal de ver a su hermanito sonriendo y tranquilo. Y aunque no lo admitiera, Kyle pensaba igual de Tadashi. Porque ver a Hiro sonreír les alegraba el día. Y la presencia de ese chico, hacía que Hiro fuera feliz. Y eso era suficiente para ellos. 

—No lo fue, no lo escuches, está celoso porque no tiene a nadie especial— 

—¡Oye!, eso no es verdad— dijo molesto el mayor mientras trabajaba. Hiro se separó de Dashi y empezó a apoyar a Kyle en la preparación mientras sonreía levemente por el comentario de su hermano. Porque era verdad. 

—Es verdad, las chicas te confunden conmigo, así que no van por ti. 

—Ya lo sé, aunque me hice perforaciones, me siguen confundiendo contigo. Me preocupa lo despistadas que son las personas, que no pueden prestar atención a algo tan simple como el rostro— dijo molesto mientras seguía mezclando. 

—Bueno Kyle, significa que la persona que se fije en ti, y no por confundirte conmigo, es la indicada. Con esa cara de querer golpear a todos, suena difícil. 

—Tú tienes cara de vomitar bombones, no puedes decir nada de mi expresión. 

La risa del menor los detuvo. Hiro era fácil de hacer reír, al menos ellos tenían ese poder con su hermanito. Y el verlo reír después de que tenía esa expresión tan afligida los hacía sentir orgullosos de su logro. 

Ambos gemelos sonrieron continuando con la receta, de forma casi natural entre los tres empezaron a prepararla. Logrando terminarla justo a tiempo para ponerla en la vitrina. 

Tal vez así no era la receta, tal vez habían cambiado varias cosas, pero lo habían logrado entre los tres. Así que ahora esa sería su receta. 

Tarta sacher, delicada y difícil de elaborar. Con un sabor refinado y suave, sin ser empalagosa o seca. 

Representante total, de la relación entre hermanos. 

Y para mantener esa suavidad, ambos gemelos, buscarían a ese tal Miguel.




Chocolatería (Higuel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora