Café Negro, con Azúcar

capitulo 24

Daphne no confrontó a Lilian cuando su hija fingió no saber la verdad que Daphne se había negado a revelar durante años, y fue gracias a Mattie y sus amigos que de alguna manera (intervención de los padres, por lo que Daphne pudo adivinar cortésmente. Estaba agradecida por ello, de hecho) no le había dicho a Lilian que Daphne sabía lo que realmente estaba haciendo. Daphne nunca pensó que las pocas y escasas columnas sociales que se habían escrito sobre su relación con Harry la traicionarían, pero ¿qué más esperaba? ¿Que nadie había guardado los periódicos de esa época? Por supuesto, la biblioteca lo habría guardado. Daphne era estúpida al pensar lo contrario.

Sin embargo, dolía saber que Lilian le ocultaba secretos; pero, de nuevo, ¿quién era Daphne para hablar siquiera de guardar secretos? Tuvo uno durante los últimos trece años, mantenido oculto como si fuera una especie de vergüenza secreta. Daphne se sintió culpable por eso, pero lo hizo por amor, por necesidad; después de todo, durante seis años, Daphne estuvo segura de que Harry y Ginevra eran felices: ¿quién era ella para entrometerse entre ellos? Y después de eso, había demasiadas telarañas enredadas para resolver fácilmente, pero ella tenía planeado decirle a Lilian quién era su padre en algún momento. A los diecisiete, tal vez, pero más vale tarde que nunca.

Pero Daphne había sido descuidada, y Lilian se había vuelto lo suficientemente curiosa sobre el tema como para investigarlo por su cuenta, ocultándolo de su propia madre, mintiendo para tener más tiempo en la biblioteca. Daphne se maravilló del tiempo que tardó Lilian en enterarse, e incluso entonces, si no hubiera sido por los amigos de la infancia de Lilian, Daphne probablemente solo se habría enterado de la investigación de Lilian cuando su hija la confrontó. Cómo la habían puesto en Gryffindor en lugar de Slytherin era un misterio que Daphne tenía curiosidad por resolver, pero, de nuevo, tal vez era algún tipo de valentía que no podía entender.

Lilian no vino durante las vacaciones de Semana Santa y mencionó que quería recibir tutoría adicional para los exámenes, y Daphne fingió que estaba bien y le dijo que se divirtiera. Más tarde le preguntó a Harry si Teddy había venido a casa durante el descanso; miró confundido a Daphne por un momento, antes de que ella asintiera para sí misma, confirmando su teoría de que una vez más Lilian estaba mintiendo. Daphne le contó lo que había sucedido durante la fiesta de Navidad en la casa de Astoria y Draco, y él se rió suavemente.

"Eso no es cosa de risa, Harry". Daphne dijo, golpeando ligeramente su brazo.

"No, lo siento, es solo..." Harry se detuvo, una sonrisa aún decoraba sus labios. Parecía irresistible, el pelo revuelto y los ojos verdes brillantes. "Hice algo así, una vez".

“Por supuesto que eso tuvo que venir de ti.” Daphne puso los ojos en blanco, pero Harry la abrazó. "¿Quién más haría eso?"

"Lilian". Harry murmuró, besándola suavemente. Daphne puso los ojos en blanco una vez más y se dejó perder en Harry.

Lilian volvió a casa para pasar el verano, que, de no haberlo hecho, habría sido lo que habría puesto a Daphne en pie de guerra, y supo que algo andaba mal desde el momento en que su hija pisó la estación, con el pelo corto, casi como un niño, Molly a su lado luciendo preocupada detrás de sus lentes.

"Lilian, cariño". Dijo Daphne, recordando lo pequeño de Harry que podía recordar haber visto en sus primeros años en Hogwarts. Se veían  más  que iguales: Lilian parecía casi como si fuera Harry en su segundo año, severamente desplazada en el tiempo y con una clara ira en sus ojos esmeralda.

Pero este no era un Harry del pasado, regresado de hace veintitrés años para atormentarla, era su hija, en el presente. Parpadeó, borrando la imagen y mirando a Lilian por quién era. Es decir, su hija.

"Madre." Lilian murmuró, mirando a Molly. Daphne estaba un poco herida, Lilian nunca había llamado a su madre, tan formal, tan fría. Era casi como si estuviera mirando a un extraño. Te escribiré, ¿de acuerdo?