Prólogo

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"Se quedaron en silencio aguardando el perfecto momento para huir, los cuatro chicos esperaban detrás de una puerta, dentro de una destrozada recamara que no sabían de quién demonios era, basto una excursión para quedarse atrapados dentro de una casa acechados por esas horribles cosas, personas que ahora no tienen ni un rasgo de humanidad.

Estaban agotados, abrumados y ansiosos, cada minuto que pasaba oscurecia más, llevaban horas escondidos allí, en silencio y la preocupación aumenta, esos monstruos se acercaban más a la puerta y se escuchaba su caminar cansado y sus balbuceos inaudibles que causaban escalofríos a cada uno.

Ninguno tenía buen aspecto, el noruego se apoyaba contra la puerta escuchando atentamente, su ropa estaba manchada de mugre y sangre o lo que sea que esas bestias tengan, algunas vendas en sus brazos por recientes cortes y sus llamativas botas militares que eso junto con sus armas era lo único que le quedaban de su bella armada que tanto extrañaba.

Su mejor amigo, Edward buscaba silenciosamente por toda la habitación algo útil para guardar más solo llevo algunas prendas que le llamaron la atención, al igual que el nórdico, estaba un asco, su cabello estaba revuelto, sucio y enredado, su apariencia no era la diferencia, atrás de su espalda llevaba una mochila donde recolectaba todo para su supervivencia.

Sus otros dos amigos dormían plácidamente en la cama, o al menos el rubio, Matthew, quien descansaba sobre las piernas del alcohólico, Thomas que veía atraves por la ventana algo triste, pensando que este sería su final. Mentalmente estaban destrozados, por las noches no dormían bien pues el miedo los hacía levantarse a cada rato, por más que alguien este cuidando, el rubio era el único que dormía como un bebé en estás noches, el único que mantenía la esperanza de salir de esto.

Pero no era así.

— Esto es frustrante. — susurro el noruego a sus amigos que lo vieron confundidos. — No esperaré a que me coman, si quieren haganlo ustedes.

Abrió la puerta dandole un azote, sus amigos reaccionaron por el fuerte estruendo y huyeron de la habitación a por el nórdico que había escapado.

Fueron por los pasillos aterrados al ver al avellano luchando contra un zombie mientras una horda venía atrás suyo.

Intentaba alejarlo con todas sus fuerzas hasta que el británico de ojos oscuros le disparo salvando al nórdico.

— No necesitaba tu ayuda, testigo. — comento arrogantemente mientras se quitaba al cuerpo de encima.

Se desconcentro un poco solo para que se avalanchen sobre él, uno tirando lo de la pierna mientras el resto se acercaban.

Los muchachos fueron hacia los muertos vivientes y comenzaron a atacarlos, Edward fue el primero que auxilio a Tord matando a su atacante con un bate reventando su cerebro y alejando al nórdico de la masacre.

Lograron salir, apenas pudieron con todos mientras el avellano reposaba en el suelo pues no estaba intacto del todo.

— ¡Casi morimos! ¿No siquiera puedes ayudar, maldito idiota? — el castaño reclamaba a su enemigo mientras este mantenía la mirada fija sobre él.

Se resigno a callar y descubrió su pierna que recientemente había sido cubierta por las vendas de sus brazos, una herida abierta sangraba, una mordida claramente infectada que había pasado desapercibida por Edward.

— Eso es todo. — murmuró el alcohólico para posicionar una arma de fuego al frente de su rostro.

Se quedaron en silencio, aterrados por el castaño que estaba apunto de matar la nordico que escondía su brazo izquierdo atrás de su espalda.

— ¡Podemos cortarle su pierna! Acaba de pasar... Si lo hacemos ahora, no se convertirá! — excuso el artista con un tono nervioso la ver a su acompañante con la mirada perdida.

El nombrado volteo y dudoso examinó al noruego y se le hizo curioso como escondía una de sus extremidades.

— Muéstrame tu brazo, ahora. —

Este solo suspiro y mostró su brazo que escondía con poco empeño. Las vendas antes tapan al brazo en putrefacción, su tono era medio verdoso, al lado de la mordida había cangrena y un par de gusanos que comían la carne muerta.

— Que puto asco. — quejo el británico mostrando una expresión de rechazo.

— Pudrete. — contesto, sonriendo por la ironía, el que se pudría era él.

Sus acompañantes estaban impactados, aquello era grotesco y asqueroso, al rubio le dieron arcadas para apartarse a un lado y empezar a vomitar, el castaño por su lado comenzó a sollozar conociendo lo que significaba esto.

— Fue hace un par de días, no recuerdo cuando pero me mordieron. Ya no siento el brazo pero puedo moverlo sorprendentemente, he perdido por completo el apetito, mi sangre es casi negra, el dolor es casi nulo y ya no duermo por las noches. Se que me deben matar pero, ¿Podemos esperar hasta que me convierta?, digo, somos más útiles juntos. Prometo no intentar comerlos. — levantó su brazo para posicionar la mano en su pecho y levantar la otra para jurar mientras sonreía.

— ¿Estás demente? Tú no controlas eso, nos pondrias a todos en riesgo. — el contrario bufo ante su actitud y se cruzó de brazos.

— Tom, tiene un punto. — menciono el artista.

— Edd, se que lo quieres pero él ya está perdido, no podemos hacer... — fue interrumpido.

— ¡Lo sé! Pero solo los muertos se convierten de inmediato, los vivos no, tardan más de lo esperado. —

Se quedaron en silencio, un momento tenso para todos e indeciso sin saber si dejarlo vivir.

— Paul tardo siete días en convertirse. — menciono algo triste la recordar a su buen amigo.

Aún estaba indeciso, pondrían a todos en peligro al desconocer cuando se convertiría por completo.

— Solo un par de días y luego, podrás volarme los sesos, ¿De acuerdo? —

Se resigno a bajar el arma, mientras caminaba lentamente lejos de aquel noruego que estaba con una bonita sonrisa en su rostro."

Algo largo y tétrico el prólogo, lo siento por eso.

⚠️ ADVERTENCIAS¡!

• Contenido fuerte (Gore, Sexo, Etc.)

• Ships gays (Mattom y un poco de Eddtord)

• Personajes provenientes de Eddsworld.

• Au inspirada en Zombeh atack.

• Contenido Angst (Muerte)

• Los personajes no se relacionan con las personas de la vida real.

Mis últimos días contigo [Mattom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora