𝗜𝗡 𝗧𝗛𝗘 𝗠𝗜𝗗𝗦𝗧 𝗢𝗙 𝗠𝗘𝗟𝗧𝗜𝗡𝗚... │ DOTAE

in the midst of melting... 9/10

Doyoung nunca había tecleado un código clave tan rápido en toda su vida.

Primero toman la decisión ejecutiva de lavarse para acostarse, y cuando Doyoung entra en la habitación de Taeyong después, Taeyong todavía está mareado, una combinación de que son casi las 3 a.m. y... Esa otra cosa.

Doyoung se mete primero en la cama, se recuesta contra la cabecera y mira descaradamente cómo Taeyong se cambia a su estúpido pijama rosa a cuadros porque puede. Él predice que de todos modos estará fuera en los próximos cinco minutos.

Después de no molestarse en arreglar la mitad de los botones de su camisa, Taeyong levanta la vista para ver a Doyoung mirándolo. Se ríe y mira hacia otro lado— Basta.

—Te amo.

—Cállate. —Taeyong se sube a la cama y se acomoda en el regazo de Doyoung, jalándolo en un cálido abrazo y permaneciendo ahí, agarrando la parte de atrás de la camisa de Doyoung. Se sienta pacientemente, con la barbilla sobre el hombro de Taeyong, permitiéndole tomar la iniciativa y marcar el ritmo.

Taeyong se sonroja cuando levanta la cabeza— ¿Puedes besarme?

A pesar de sí mismo, Doyoung besa primero cada pequeño rincón de la cara de Taeyong, sólo para ver sus ojos brillantes y la protuberancia de su labio inferior cuando hace pucheros y gime— Más.

Así que Doyoung hace más, maniobra a Taeyong para que se acueste contra las almohadas y se mueve para flotar sobre él, finalmente inclinándose para besarlo apropiadamente y dios, se siente maravilloso.

Taeyong le devuelve el beso con una fuerza que es devastadoramente entrañable para Doyoung, todo mientras se derrite con facilidad, prácticamente ronroneando ante el calor que la mano de Doyoung en su vientre deja a su paso.

—Más. —dice Taeyong en su boca, lloriqueando por el toque tan adorable.

—Taeyong —susurra Doyoung, levantándose sobre sus brazos para mirar a Taeyong—. Quiero que estés absolutamente seguro de esto.

Taeyong resopla— Tonto, he estado seguro de esto durante años.

—No me llames tonto cuando estoy a punto de hacerte el amor. —Doyoung finge ofenderse, bajando para saborear los labios de Taeyong, una y otra vez, la cabeza dando vueltas por lo familiares que se sienten con eso.

Doyoung se da cuenta de que nunca antes había visto a Taeyong así- acostado debajo de él, con las puntas de su cabello extendidas sobre la almohada, jadeando y expuesto y hermoso. Siente una punzada de envidia por todas las otras personas que han estado con Taeyong, pero se disipa rápidamente cuando jadea ante el menor toque de Doyoung- sabe que nadie más ha visto a Taeyong así. Nadie más ha experimentado este nivel de intimidad con él.

Ese pensamiento sólo lo alimenta más, lamiendo más profundamente dentro de la boca de Taeyong. Quiere conocer y sentir cada parte de su mejor amigo.

Taeyong jadea ante el entusiasmo repentino, separando sus labios dócilmente antes de alejarse para tomar el rostro de Doyoung.

—Doyoungie —respira, usando la fuerza que le queda para enfocar correctamente sus ojos oscuros en los de Doyoung—. Cuídame como quieras. Me conoces mejor que nadie.

Doyoung extiende a Taeyong debajo de él como un mapa. Cuidadosamente, absorbiendo suavemente todos los espacios que han vivido en su subconsciente durante tanto tiempo. Por lo que Doyoung sabe, los tatuajes de Taeyong sirven como un camino- bajando por la clavícula, el esternón y la barriga.

Y dios, estos ruidos podrían rivalizar con la dulzura de la voz de Taeyong en la cabina de grabación. Sonidos de desesperación y desmoronamiento después de años de esperar con paciencia y esperanza.

Taeyong sonríe tímidamente, las mejillas ardiendo por el volumen del sonido que acaba de hacer— Ha sido un tiempo...

Doyoung se ríe, porque Taeyong es la persona más valiosa de este mundo— Tómate tu tiempo, dime cuando estés listo —Doyoung pasa su mano libre sobre la cadera de Taeyong con dulzura, arrastrándose hacia abajo para sostener su mano—. Trata de relajarte, Yongie.

Taeyong se hunde efectivamente, más entre las sábanas y más cerca de Doyoung, respirando profundamente con los ojos cerrados y su frente presionada contra la de Doyoung. Él asiente con la cabeza.

Cada presión de la piel de Taeyong, arqueándose para encontrarse con la de Doyoung, es una bocanada de aire fresco y un recordatorio de que él es real. Él es real. La comprensión de que sus corazones pertenecen el uno al otro lo golpea justo cuando Taeyong entierra su rostro en el hombro de Doyoung.

—Doyoung...

—Lo sé —se esfuerza—. Yo también.

Doyoung abre los ojos para ver el momento en que Taeyong se suelta, cuando sus hombros se contraen justo antes de liberar toda la tensión y sus palabras salen incoherentes y agudas. Doyoung lo abraza con fuerza, usando toda su fuerza para sujetar a Taeyong contra él.

—No —se queja Taeyong cuando Doyoung intenta levantarse, sujetándolo con más fuerza—. Me gusta esto.

Doyoung se relaja sobre Taeyong, ignorando la pegajosidad por ahora para complacerlo, dejando que su peso cubra a Taeyong, con cuidado de no aplastarlo por completo. Se quedan así por un corto tiempo, hasta que Doyoung se mueve para limpiar a Taeyong antes de que se duerma.

Se une a Taeyong debajo de las sábanas y lo atrae con un suave y rápido beso en sus labios hinchados. Taeyong sonríe tan hermosamente y esconde su rostro en el pecho de Doyoung, dejando escapar un ruido cercano a un chillido.

—Llévame al acuario para nuestra primera cita, ¿de acuerdo, Doie? —Taeyong pregunta en voz baja.

Doyoung acaricia su nariz contra la mejilla de Taeyong, ya fantaseando con lo entrañable que será seguir a un Taeyong emocionado— Lo que quieras, Yong-ah.