𝐒𝐏𝐀𝐑𝐓𝐎𝐑 | Andrés es un chico hormonal de 19 años, quien creo una cuenta en donde sube fotos un poco subidas de tono. Y Gonzalo, un empresario que descubrió accidentalmente la cuenta de ese chico haciendo que sus hormonas suban.
>Homosexualida...
Y ustedes se preguntarán ¿Por qué no? Solo es un chico más de esa reunión.
Pero es que sabía que era algo más.
Tiene el mismo cuerpo que Andy, tiene la misma ropa que Andy.
Y tiene el rostro tallado por los mismos ángeles. Igual que Andy.
Él no es estúpido, siempre se fija en cada detalle de algo que le gusta para nunca olvidarlo, siempre tenerlo en mente, en este caso alguien. Andrés, el amigo de su sobrino, tiene una apariencia muy similar al chico de Internet. Y ocupa la misma ropa que el público.
Sus impulsos lo llevaron a acercarse a él, pero su hermana lo interrumpió.
––Hermanito, tanto tiempo, dime ¿Tienes novia?–– El menor lo miró mal.
No podía creer que ella sea la madre de su sobrino, su sobrino es re buena onda y no anda buscando una tía por parte de él.
Aunque pensó que era hetero.
––Hermana.
––Ya estás grande, necesitas una esposas e hijos hermano.
Toda la familia lo observó, esperando que por fin diga que está en una relación.
La madre ha esperado 29 años para tener una nuera por parte de su hijo, del primer hombre que tuvo. Lo que no sabía es que no tendrá nuera, sino yerno.
Gonzalo miró hacia atrás, pudiendo observar a sus amigos, quienes solo le sonreían para darle apoyo.
––Hermana.––El chico toco el hombro de su hermana con una sonrisa.–– Soy gay.–– La madre abrió la boca sorprendida y el padre se le calló el vaso, que por suerte, era de plástico. –– Y en estos momentos, le preguntaré la edad al amigo de tu hijo para saber si es lo suficiente legal, permiso.
La chica se quedó quieta mientras su hermano se iba de su lado a dirección de los más jóvenes, observando que eran ajeno a la conversación de adultos. Sabía que sus amigos lo miraban juzgándolo, pero no le importa.
––Hola sobrino, hola niño mala influencia.–– Miguel y Carlos observaron al mayor con una sonrisa.
––Hola tío, ¿Deseas algo?
––Sí.––El menor se sorprendió, su tío, normalmente, no le dice que sí tan rápido.–– La edad de tu amigo.
Andrés levantó las cejas con una sonrisa.
––Es lo suficiente menor para que vayas a la cárcel.
––19 años, completamente legal, bonito.–– Gonzalo miró al chico quien le guiño el ojo.
––Tu número.
Lo iba a confirmar.
Miró de reojo a su sobrino, quien se puso nervioso.
––No Andrés, d-digo, no le debes dar tu número a extraños.
––No es un extraño, es tu tío.––Gonzalo terminó de agregar el número confirmando sus sospechas.
––Te hablaré pronto.
El mayor se fue, dejando al menor de todos sonriendo y a Miguel preocupado.
Definitivamente la cago.
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