Hold On (drarry/harco)

Whisky de fuego (Parte I)

—¿Qué quieres para tu cumpleaños?—preguntó Harry.

Draco lo había olvidado por completo. En una semana cumplía dieciocho.

Suspiró. No tenía muchos ánimos de celebrarlo. Sus cumpleaños le recordaban a su madre. Ella era la primera en felicitarlo y mandarle chocolates. Sus chocolates favoritos que solo comía una vez al año, eran muy difíciles de conseguir ya que venían de Suiza.

—Emborracharme hasta no recordar nada—dijo totalmente en serio. Solo quería desconectarse del mundo por unas horas.

El pelinegro lo miró unos segundos como si analizara sus facciones. Sus ojos eran tan verdes, tan hermosos, tan fascinantes que eran hipnotizantes. Tomó su mano y presionó sus labios en su dorso para luego sonreír con calma.

Draco se preguntaba cómo siempre estaba tan tranquilo, era como si nada pudiera perturbarlo. Harry lo tranquilizaba.

—¿Puedo emborracharme contigo?

—¿Quieres?

—Sí.

—¿De verdad?

—Si te pregunto es porque quiero, Draco—rio ligeramente.

—Solo me aseguraba—rodó los ojos para luego reír también.

Y entonces Granger apareció sentándose junto a Harry con más de cuatro libros en cada brazo.

—Buenos días—dijo Hermione sonriente dejando los libros sobre la mesa.

—¿Vas a leer todo eso ahora?—preguntó el otro gryffindor mirando la torre de libros.

—Claro, debo realizar un ensayo para Artimancia para la otra semana—abrió el primer libro ojeando las primeras páginas.

—Creo que Granger es tu Theo, Harry—entrecerró los ojos como si analizara la situación.

—¿Theo también lee cincuenta libros al día?

—Aproximadamente—soltó una pequeña risa recordando la imagen de Theo abrazando sus libros—Nunca vi a alguien que leyera tanto como él. Tiene sentido que sea tan inteligente.

—¿Pasas tanto tiempo con Nott?—preguntó algo extrañado Harry.

—Bueno, es mi compañero de dormitorio—respondió aún escribiendo sobre su pergamino. Quería terminar lo más rápido posible su tarea.—¿Por?

—No, por nada...

—Harry esta celoso—medió Hermione con voz divertida sin despegar su vista de su libro.

—¿Eh? Claro que no.

—¿Seguro?—Draco levantó la mirada hacia su novio.

—Sí...

—Que bueno, porque ahí viene.

Los tres dirigieron su mirada a Theo quién acababa de entrar a la biblioteca. Este vio a Draco y curvó sus labios en una casi imperceptible sonrisa. Caminó hacia él saludándolo.

—Hola.

—Hola, Theo.

—¿Quisieras compañía extra? Debo hacer el ensayo de Pociones para mañana.

Draco miro a su novio y a la mejor amiga de su novio.

—No, creo que estoy bien así, gracias.

—¿Seguro?

—Ya tiene compañía suficiente, Nott—dijo Harry exasperado.

Theo lo ignoró.

—Igual estoy a punto de terminar, no te preocupes.