Volver a empezar

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Draco estaba tendido en su cama mirando algún punto del techo de su habitación. Ya había pasado casi un año desde la última vez que "vio" a su Harry. Lloró tantos días que perdió la cuenta y estaba tan delgado por no comer que ya podían notarse sus costillas. El vacío que sentía era abrumador, con el cual luchaba todos los días para no caer más en la miseria.

Lo único que lo mantenía con vida y cuerdo era el chico quien dormía en la otra habitación a lado de la suya.

Se sentó refregando sus ojos y vio el suelo por unos minutos más tratando de terminar de enfocar su vista. Se levantó colocándose una bata de seda verde y salió de la habitación caminando hacia la de Theodore.

—Theo...—dijo en voz baja acercándose hacia él quien dormía plácidamente. Se sentía un poco culpable al despertarlo tan seguido por las noches.

Pero aún no encontraba otro método para no enloquecer con sus propios pensamientos.

—¿Hm? —abrió sus ojos lentamente mirando al rubio luego de varios intentos de despertarlo sacudiendo sutilmente su brazo—¿Pesadillas de nuevo?

Draco negó.

—Solo...—lo meditó unos segundos antes de continuar—¿Puedo dormir contigo?

Theo sonrió levemente y asintió moviéndose un poco para darle espacio en la cama. Draco se acostó y fijó su mirada en el castaño.

—Gracias—dijo casi susurrando. De verdad agradece toda la paciencia y atención que tiene con él.

El otro slytherin acarició con cuidado su cabello platinado y besó su frente. Ese tipo de beso que dice implícitamente que todo estará bien.

—No tienes que agradecerme por quererte, Draco.

Draco no contestó y solo se acercó para abrazarlo escondiendo su cabeza en el cuello de Theo. Su corazón dolía menos estando allí.

🤍——————————

—¿Hoy estarás en el laboratorio?

—Sí, debo terminar un pedido de pociones que me pidió Blaise.

—Traeré algo para cenar—el castaño se despidió con un beso y fue directo a la chimenea en donde utilizó polvos flu para ir al ministerio en donde trabajaba como Inefable.

Draco sonrió y bajó a su laboratorio luego de verlo marcharse. Se puso manos a la obra para terminar de realizar las pociones. No eran muy complicadas de hacer, solo que requerían varias horas de preparación.

Sin darse cuenta, pasó la mañana y parte de la tarde en un abrir y cerrar de ojos.

Se sentó algo exhausto en una de las bancas para descansar un poco, y su mente empezó a divagar en lo que cenaría esa noche con Theo, en las cosas que haría mañana y en la reunión de pocionistas que tendría pasado mañana.

Theo ya vivía de forma permanente con él y se podría decir que ya eran una pareja. Draco había llegado a quererlo con el tiempo y podría decirse que se sentía feliz con su vida ahora después de tres largos años desde que salieron de Hogwarts.

Sin embargo, en ciertas noches aún veía a Harry en sus sueños. Ya no eran sueños desgarradores, eran más pacíficos, menos dolorosos. A veces soñaba con que volvían a la edad de once años y simplemente hacían travesuras en el castillo, otras veces tenían quince años y se encontraban acostados en un campo de narcisos mientras hablaban de cualquier cosa, y otras veces solo caminaban de la mano en Hogsmade.

Draco sabía que Harry siempre sería el amor de su vida y tendría que vivir con el peso de no tenerlo a su lado.

Pero Draco había decidido tratar de avanzar, sabía que Harry querría eso para él.

Hold On (drarry/harco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora