Nonsan era una zona rural, un pequeño pueblo donde la agricultura era su fuerte. Era pequeño, muy unido y acogedor, por ello mismo no había persona que no visitara el mercado del pueblo. Era un lugar tan afable, un pueblo tan unido donde todo el mun...
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Kim Taehyung suspiró, la alegría rebosando de sus labios estirándose en una gran sonrisa y sus ojos brillando con el sol que le daba de lleno una vez pisó fuera de las puertas del tren. Desde ahí, sentía que podía olfatear la caldera con un delicioso miyeokguk de su madre, y podía sentir los brazos de su padre envolverle. En el momento que puso un pie en donde el gran cartel de "Nonsan" se expandía y le daba siempre una grata bienvenida, podía sentir el calor de sus amadas raíces.
— ¡Tae!
Escuchó que le gritaban, despertándolo de su pequeña ensoñación de alegría al por fin estar en casa. Un burbujeante castaño agitaba sus manos desde el capó de su auto tratando de llamar su atención, soltando una gran carcajada ante su llamativo y escandaloso amigo, caminando hacia él con una sonrisa imborrable.
Al fin estaba en su hogar.
— Taehyung, si seguías ahí te iban a llevar los carriles del tren, bobo. —decía Jimin entre risas mientras que lo envolvía en un fuerte abrazo que lo hizo reír, aferrándose a su cuerpo con fuerza.— Lamento no haber ido por ti esta vez, papá necesitaba ayuda con el ganado y conociéndote, no ibas a esperar un día más para venirte de Seúl.
Escuchaba a su amigo contar mientras le ayudaba con sus dos pequeñas maletas, que eran más que todo libros de carrera y alguna que otra necesidad básica. Los Park eran ganaderos, la leche la distribuían al pueblo y a una empresa de lácteos, por lo que Jimin al finalizar su semestre de la facultad de negocios, corría al pueblo a ayudarles. Taehyung, por su carrera, se quedaba un poco más gracias a sus evaluaciones prácticas en el hospital.
Subió al auto con su amigo, emprendiendo camino de la estación al centro del pueblo, soltando carcajadas por las anécdotas de Jimin con el ganado, compartiendo su alegría de ver a los Park de nuevo, y poniéndolo al día con los acontecimientos del pueblo.
— Adivina quien viene estas vacaciones a Nonsan, Taehyung. —empezó a contarle a su amigo con una ladina sonrisa, alzando sus cejas repetidas veces en una clara muestra de travesura y picardía, haciéndolo reír, y sonrojarse fuertemente por saber a quien se refería.
— Ya, Jimin, sabes que no veo a Jungkook hace años, en la universidad ni nos acercamos porque somos de diferentes facultades. Tú eres el que anda muy pendiente de él. —le dijo haciendo un pequeño mohín en sus abultados labios mientras veía por la ventana las siembras de milpa al lado de la carretera, soltando un suspiro.
Jeon Jungkook, niño de ciudad, pero raíces de Nonsan. A diferencia de Jimin y él, Jungkook se crío en la alta alcurnia de Seúl, desde que conglomerados Jeon creció en nombre, popularidad y riqueza, los señores Jeon trataron de darle todo el lujo que su primogénito merecía, y toda la crianza que un par de humildes plueberinos podrían ofrecerle. Sabía que Jungkook no era malo, hablaban mucho cuando llegaba al pueblo, pero en Seúl apenas y se llegaban a ver, a diferencia con Jimin, ya que ellos dos pertenecían a la misma facultad de negocios. Por ello su amigo sabía más sus movimientos, y se empeñaba a molestarlo y recalcarselo. Conocía la tensión entre ese par que siempre lo negaba, y su agitada vida de universitarios les servía siempre como una excusa barata.
— Estoy muy seguro que eso cambiará. Me llegaron rumores de una fuente muy confiable, que estas vacaciones en Nonsan serán diferentes. —aseguraba Jimin con una gran sonrisa, haciendo que Tae rodará sus ojos y golpeara su hombro en un jugueteo entre ambos.
Definitivamente estas vacaciones, Jeon Jungkook estaba empeñado a enamorar a Kim Taehyung.
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