Cap9 Pablo

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Tomás y yo nos sentamos en la cafeteria del colegio la cuál estaba algo llena, ambos estábamos comiendo medialunas con café

— Pablo, que te dijeron en coordinación a ti y a Aletheia? — Pregunta Tomás

— El coordinador nos metió un sermón, peor que los que me da mi padre sobre respetar las clases, a nuestros profesores y compañeros, luego nos dijo que teníamos una anotación por mala convivencia y si llegaba a tres me expulsaban del colegio, y lo peor de todo es que van a citar a mi papá "para que esté informado de la situación" — muestro gran disgusto y preocupación

— Luego tú papá te regaña?

— Si, el quiere que no lo meta en problemas porque es un figura pública, además de que quiere que sea el mejor de la clase

— El es muy exigente

— Demasiado, pero eso no significa que yo tenga que hacer todo lo que el diga, si no quiero, no lo hago y punto — Doy un suspiro — Que estupidez, no puedo creer que por una bobada formen tanto problema es este lugar.

— Pues así es aquí, tendrás que acostumbrarte, ¿Luego como eran las reglas en tu antiguo colegio?

—  Las reglas eran muchísimo más relajadas, si hubiera hecho lo mismo que hoy, la profesora no nos hubiera dicho nada, además algunos hacen cosas peores sin recibir castigo alguno.

— Si es muy diferente — dice algo sorprendido — y frente a Ale, tendrás que pagarme la pensión

— Que?, No, ella va a estar conmigo, yo siempre cumplo lo que digo

— Pues en este momento veo la situación algo cruda, la estás distanciando más, vas a hacer que te odie

— Yo no estoy haciendo nada para alejarla, Lo que pasó hoy fue culpa de ella, yo nada más le estaba haciendo un chistesito para que se riera, no para que tomara esa actitud.

— Pablo, no se, tu piensa lo que quieras, pero de aquí a menos de un mes veo que no vas a ganar la apuesta

—  Si voy a poder, ya verás

—Si tu lo dices, cambiando de tema, mira que para este fin de semana yo — Veo que en ese momento entra mi padre a la cafetería interrumpiendo a Tomás

— Pablo — pronuncia mi papá con su voz gruesa, firme y de carácter; sin importarle cuántos alrededor están escuchando — A coordinación

No tengo más remedio que seguirlo, mi padre tiene el ceño algo fruncido y no me dirije la palabra, eso es grave, hay momentos donde me pongo a pensar todo lo que el podría hacerme con tan solo mover un dedo, cuando el se enoja es capaz de hacerle la  vida imposible a cualquier persona, incluyéndome a mí. En ese momento llegamos a la oficina y en coordinador nos pide que nos sentemos

— Buenos días señor Paz, y alumno como se encuentran el día de hoy? — pregunta amablemente

— Buenos días y ahorrese las preguntas personales — habla mi papá algo enojado — directo al grano usted me ha citado por una falta de mi hijo, necesito que me diga que ha hecho Pablo

Sin más que decir, el coordinador Rodrigo cuenta a detalle lo sucedido, la cuál me sigue pareciendo una estupidez, pero por lo visto en este colegio le dan mucha importancia hasta el mínimo detalle que pase adentro de allí. Salimos de la oficina y mi padre se dirige hacia mí

— No puedo creer que hayas irrespetado una clase — noto una decepción en el rostro, pero tiene los mismos gestos míos y logro distinguir que nada más está mintiendo, pues en realidad yo no le importo lo suficiente como para que lo esté — Pablo, yo pago este colegio que es uno de los más costosos del país para que adquieras una muy buena educación, no puedo creer que estés tirando todo ese dinero a la basura tomando las clases de juego

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