Mi padre nos llamó a mi mamá y a mi para que subiéramos hacia su habitación, el se estaba cuadrando la corbata de su traje, siempre le ha gustado verse bien elegante
— Pablo la chica me parece muy linda para ti — dice mientras se termina de arreglar
— Supongo que gracias — digo frente a su comentario
— Y me gustaría hablarle ahorita sobre que opina de la política, ya ustedes saben que estoy comenzando mi campaña para lanzarme a la presidencia
— Marco no me parece buena idea que metas a esa chica en eso — dice mi mamá angustiada
— Tranquila, no la voy a meter en nada, me sorprendes Isabel, que clase de persona piensas que soy, solo quiero saber su opinión y que le gustaría que hiciera un presidente, así vendo la idea de que "estoy en disposición del Pueblo, y que realmente me importa lo que opinan los demás" — dice dando una pequeña sonrisa — y así ya tendría seguro los votos de la familia de ella
— Y como estás tan seguro de eso? — Digo levantando una ceja
— Pablo, tengo mis tácticas, solo necesito hacerla creer que supustamente tendré en cuenta cada palabra que diga, y ayudaré a su familia en lo que necesite para así poder convercerla del todo — me mira a los ojos — pero ojo con meter la pata — dice en señal de amenaza — si con tu novia hablan de mi, no te permito que digas cosas negativas, siempre deberás hacer que crea que debe confiar en Marco Paz como futuro presidente, y además de eso, no puedes cortar con ella
— Que? Porque no?
— Si rompes con ella, el contacto que yo tendría con su familia será más difícil para mí, igual no va a ser un problema cierto?, yo ya te he enseñado como tener a una persona a tus pies
— Papá, pero...
— Sin peros— me interrumpe antes de que termine mi frase — no me vas a decepcionar verdad?
— Porque eres así con Pablito?— le reclama mi mamá
— Yo no le estoy haciendo nada malo, solo le pido un humilde favor como padre es todo
— Marco, igual no debes meter a Pablito en tus asuntos, todo lo que tenga que ver con política es tu problema, déjalo a él vivir su vida
— No le digas "Pablito", el ya está grande y entiende perfectamente estos temas, además sabes que cuando yo me jubile, el ocupará mi puesto, por eso lo estoy moldeando de una vez, es su destino
— No me parece, Pablo debe decidir sobre su vida, no tu — le dice mi madre
— Lo siento Isabel, ya está decidido desde que nació, nada que hacer
— Marco, no tomes esa decisión tan pronto, deja que crezca si?
— Está bien, como digas — luego mi padre dirije su mirada hacia mi — necesito hablar a solas con tu madre, ve y acompaña a tu novia, no la dejes sola
Me retiro de la habitación y al bajar las escaleras escucho un ruido de pasos corriendo afuera de la casa, y al no ver a Aletheia, me asusto y camino hacia la puerta, la intento abrir, pero no lo consigo recordando que le he puesto seguro para luego preguntarme «¿Cómo habrá salido de aquí?» Sacó las llaves del bolsillo y una vez afuera de mi casa, la logro distinguir a dos cuadras de donde estoy subiéndose al transporte público.
Regreso a mi casa con las manos vacías y cierro la puerta algo enojado al ver cómo se ha ido cuando le dije que se esperara un poco mas, me siento en el sofá y veo que en la mesa hay una nota escrita, me acerco a ella y la leo, no puedo creer que ella me haya hecho esto, mi papá la pudo haber llevado, no hubiera gastado dinero en la buseta, además estaría en su casa más rápido ya que mi padre la dejaría al frente de la puerta en vez de tener que caminar del paradero hasta allí
«¿Pero como habrá salido?» Sigo preguntándome para luego sentir el frío que entra por la ventana de la cocina, y al cerrarla obtengo la respuesta a mi pregunta; en ese instante bajan mis padres de las escaleras
— Y Ale donde está? — pregunta mi mamá y yo le muestro la nota
— Ay pobrecilla, que le habrá pasado? — dice apenas termina de leer — pero igual es entendible, a todos nos puede suceder algo así
— Déjame ver — dice quitándole la hoja a ella para leerla rapidamente
— Pablo, tu dejaste que se fuera así? No le dijiste que yo la llevaba o algo?
— Si, le dije pero aún así decidió irse
— Hubieras cerrado la puerta con llave, pero al parecer te falta cabeza — da una pequeña risa — tu mamá no se equivoca al decirte "Pablito"
— Papá, en realidad yo si...
— No hables más — me interrumpe de nuevo, — no se supone que tú eras aquel que tenía a todas las chicas en el bolsillo a tu disposición? Fíjate que no se te hayan escapado por algún agujero — me entrega la carta de forma brusca — vuelvela a invitar que necesito hablar con ella, y se más cuidadoso "Pablito" — dice la última palabra de forma intimidante.
— Marco ya basta, un error lo comete cualquiera — dice ella a mi defensa
— Y tú no lo consientas tanto que por eso está como está, — se dirije de nuevo a mi— Pablo, yo te regale un carro, prueba de mi afecto hacia ti, no me decepciones, ahora tu turno de demostrarme cuánto te importo — se retira de la sala sin más que decir y sin esperar respuesta
— Gracias Mamá, pero yo hubiera podido solo — le digo una vez que mi padre desaparece por las escaleras
— Lo se, pero no quiero que tengas más problemas con el— solo hazle caso
— ok — le respondo con una sonrisa y un beso en la mejilla
Subo a mi habitación, me acuesto en mi cama y en ello me ahogo en mis pensamientos — Porqué mi padre es tan corrupto?, Porqué le gusta manipular a la gente?, Porqué es tan interesado? Porque siempre me quiere hacer sentir mal? Porqué a él siempre le importa más su reputación que su propio hijo? Porqué? Porqué? Porqué el es así? — Son preguntas que creo que nunca tendrán respuesta, ahora debo pensar en como convencer a Ale que vuelva a mi casa, aunque creo que el verdadero problemas es si ella querrá volver a fingir que es mi novia, y no quiero tener que tirarme de nuevo al piso y hacer el ridículo, pero si es necesario, tendré que hacerlo.
ESTÁS LEYENDO
Duele Amarte
Teen FictionTener una relación siendo de mundos diferentes se hace más complicado cuando todo a su alrededor de enfoca en separar los caminos. Aletheia es una chica la cual su vida se puede categorizar como perfecta, pues tiene todo lo necesario para vivir cómo...