El secuestro de Bella

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Este día fue increíble ya yo con 6 años tenia más libertad, no tanta como mi hermano Nathaniel que tiene 10, pero si la suficiente para llevar a Bella a ver las ovejas del tío Tobias en los prados detrás del río.

A ella le encantan las ovejas y a mi me encanta cuando se ríe. Es simple verdad así que arme mi bicicleta con el carro auxiliar puse unas manzanas que le robe a Yaya, agua y listo.

Bella esta en el porche su mamá Sally hablando con la mía sentadas un poco más adentro.

-Bella quieres ver las ovejas-
-Ovejas, siiiii-

Sabía que le gustaría, la tome de la mano, la senté al lado de las manzanas y adelante a ver las ovejas.

Tarde un poco más en llegar de lo que tenía previsto pero hay estábamos en el prado de las ovejas. Eran muy grande, las que papá llevaba a la casa serían seguramente sus bebés.

Bella se río, me miró con sus grandes ojos café y me grito -ovejas- mientras corríamos hacia ellas.

Pasamos jugando un rato así, hasta que una de las ovejas empujó a Bella, ella se callo y se puso a llorar.

-quiero a mi mamá- si a mi también me pasaba. Cuando me asustaba solo quería a mi mamá

La levante mientras ella seguía llorando y le dije vamos a buscar a mamá, cuando ya iniciábamos el regreso a la casa, llego mi papá con el papá de Bella a caballo. Se bajaron y corriendo nos cargaron.

Papá me apretó mucho. Mientras el papá de Bella hacía lo mismo, la montaba con él en el caballo.

Papá me regaño, me explico los peligros del rancho, los lobos, las quebradas, otros animales. Y lo más importante que había puesto en peligro a Bella.

Lo entendí, obvió que si. Lo único que cambio fueron mis métodos y la forma segura de hacerlos. Pero ese día, marcó el inicio de nuestras aventuras cada fin de semana cuando la tía Sally venía al rancho traía a Isabella y nosotros explorábamos.

Y año tras año, la pandilla fue creciendo, en los mismos días de la aventura de las Ovejas. Se mudo al rancho una familia que tenía una hija de la misma edad de Bella, de echo esa niña Irene así se llama no me gustaba.

Me quitaba mi tiempo de juego con Bella, y empezó a acompañarnos a nuestros viajes así que pasamos de 2 a 3 en un santiamén.

Luego vino el año de las embarazadas mí tía Aly, la mamá de Irene y la Tía Sally tendrían bebes. Así que sin mucho esperar se sumaron a nuestra pandilla Albert, hermano de Irene.
Francia la primera hija de mí tía Aly. Y Valentina la pequeña Hermana Bella. Y en los veranos se sumaban los hijos de mis otros tíos que venían de la ciudad. Éramos una pandilla de revoltosos.

Y no crean que les cuento esto por nada. No, es para que entienda la magnitud del enredo y por qué al pasar de los años tenia tanto miedo. Tanto miedo de perderlo todo.

Los Otoños a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora