EL ÚNICO ALFA SOY YO

La prueba del Alfa

Los siguientes días fueron una auténtica tortura, como Tántalo deseaba, o eso seria si no le tuviera miedo a Percy.

Percy había disfrutado de la compañía de Tyson, tenia algunos recuerdos del Rey de los monstruos, lo que le hizo darse cuenta de lo afortunado que era por tener a un hermano, pero si fue algo interesante ver a Tyson instalándose en la cabaña de Poseidón mientras le entraba la risa floja cada quince segundo, fue toda una experiencia, por otro lado tuvo que ir a la tierra hueca para traerles carne de kaiju para alimentar a sus hijas.

Percy estaba enojado con su padre. Tenía la sensación de que ser su hijo era un chiste, pero eso ya no le importaba en ese momento.

Annabeth hizo lo posible para que Percy se sintiera mejor, pensando que este se encontraba molesto por lo de Tyson. Le propuso que se presentara junto a Tyson a la carrera de carros y tratara de olvidar sus problemas. Percy sabía perfectamente que Tántalo le tenia miedo y odio, por su parte de los semidioses, el hijo de Poseidón también odiaba a Tántalo. Pero no tenia nada que hacer aparte de cuidar a sus hijas, por otro lado tenia el pendiente de buscar un plan para salvar el árbol de Thalia, por lo cual decidió aceptar participar en las carreras para divertirse, aunque también tenia otras preocupaciones.

EN ALGUN LUGAR DE LA TIERRA

Un submarino militar estadounidense se encontraba en aguas japonesas, en una misión de infiltración, todo estaba marchando bien, se encontraban en una profundidad de más de 1500m de profundad.

EN EL SUBMARINO

Timonel: Capitán, nuestro radar a detectado algo.

Capitán: Seguro solo es una ballena, no hay de que preocuparse.

El capitán desestimo lo que dijo el Timonel, era muy normal encontrar ballenas a estas profundidades.

Timonel: No creo que sea una ballena, es muy grande y se mueve a nuestra dirección. 

Capitán: ¿De que tamaño es lo que esta cerca de nosotros?

Timonel: Esta a 20,000m de nosotros, corrijo 18,000, 14,000, señor esa cosa es muy rápida.

Capitán: ¡TODOS A SUS POCISIONES DE ATAQUE! ¡PREPAREN LOS TORPEDOS! Nada se mueve así de rápido.

Todos los tripulantes que estaban en la sección de ataque se pusieron a sus posiciones, colocando los torpedos en posición de ataque.

Timonel: Se encuentra a unos 1,000m.

Capitán: ¡DISPAREN!

Los torpedos le dieron a la criatura, más sin embargo eso solo hizo que se enfadara.

Capitán: ¡MANDEN UN MENSAJE, JAPÓN TIENE UN ARMA ENORME! 

Un miembro de la tripulación logro mandar el mensaje a la base militar, antes de que el submarino fuera destruido por la criatura.

EN EL CAMPAMENTO

Una mañana, mientras Annabeth estudiaba distintos diseños de carros y Percy cuidaba a sus crías junto al lago de las canoas, unas graciosas de la cabaña de Afrodita que pasaban por allí le preguntaron a Percy si no necesitaría un babero.

Hija de Afrodita: Ay, perdón, quise decir de bebés

Annabeth: No les hagas caso, Percy. No es tu culpa tener un hermano monstruo

Las chicas alejaban riendo, pero las ninfas que vieron lo sucedido y al ver el enojo de Percy al burlarse de sus crías, les dio a entender que tenían el permiso para vengarse por su insolencia ante su rey.

Percy: ¡El es no un monstruo! El es lo más alejado del concepto de ser un monstruo.

Annabeth alzó las cejas, pero tomando en cuenta lo que vio allá abajo, sobre la tierra, tal vez se Percy tenia razón.