🌼05. olor a medicinas

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Los días de la semana pasaron con normalidad, al igual que las anteriores semanas, luego de que tuvo aquella conversación con el bicolor, comenzaba a sentir más aliviado de lo normal, sus inseguridades pasaron a segundo plano y Denki dejo de hacerle comentarios innecesarios, mientras que sus pensamientos hacia su ex-esposa disminuía en un gran número, al parecer todo había regresado a la normalidad en su vida.

Aunque algo no cuadraba para Katsuki y eso era que no habia vuelto a ver al hijo de su paciente, a pesar de su repentina desaparición, la adulta no parecía importarle o al menos no notó ningún sentimiento negativo y se tranquilizo asi mismo con tal ausencia con ver a la mujer en buen estado.

Pero aún asi su mente lo dejaba en paz cada vez que pensaba en ese muchacho, provocando que miles de ideas cruzaran por su cabeza, se estaba convirtiendo en un paranoico y eso Midoriya no dejaba de repetirselo una y otra vez.

Eres nuevamente un paranoico, tranquilo, Uraraka no volverá aparecer.

Katsuki no pudo evitar fruncir el ceño al escuchar las palabras del peliverde, el cual estaba disgustando contento aquel chocolate, ignorando por completo la mirada asesina que le lanzaba el rubio ceniza.

¡Esto no es por ella, brócoli con patas!—Definitivamente se encontraba completamente alterado.

El pecoso detuvo lo que estaba haciendo, para mirarlo molesto, hace tiempo dejo de temer el mal humor que se cargaba el chico explosivo que tenía frente a él, la vez que descubrió que era un muchacho débil que su única forma de aparentar que no lo es, era con una máscara que cubría siendo totalmente explosivo, desde esa vez que entendió eso, dejo de temerle sin razón aparente. Por lo tanto, se levantó de golpe de su lado, señalando de forma furiosa su persona, todo aquello, bajo la mirada llena de incógnita del otro mayor.

Número uno, no soy un brócoli.— Alzó su dedo índice, para dar inicio y hacer más creíble lo que estaba diciendo.— Número dos, si no es por esa mujer que te encuentras así de alterado entonces ¿Por quién te encuentras asi? Y número tres, tengo mis sospechas de quién puede ser, pero no quiero que te vuelvas más paranoico.

Katsuki paso saliva de forma nerviosa, mientras sentía sus mejillas calentarse por los nervios, se le había olvidado que el pecoso tenía muy buena intuición y que no lo dejaría en paz hasta saber todo lo que estaba sucediendo en su cabeza.

No es por Uraraka..— Murmuro  en voz baja, repitiendo las mismas palabras que dijo hace unos momentos.— Es por..el hijo de la señora Todoroki.

En unos segundos pudo sentir el como el peliverde comenzaba a chillar de felicidad, mientras repetía a viva voz que había adivinado la persona por la cual se encontraba tan afectado mientras tanto el rubio ceniza tan solo quiso desaparecer de ahí, ya que muchos funcionarios del hospital le dirigían miradas que ni él pudo comprender, de seguro a los dos los meterian al psiquiátrico por su rara forma de actuar, ya se veia compartiendo con sus pacientes siendo uno más.

¿Cómo supiste que era por él?— Cuestiono, deteniendo la pequeña celebración que tenía el pecoso frente a sus narices.

Midoriya Izuku comenzó a limpiar su bata, despejando las migajas de chocolate que habían caído sobre su ropa de trabajo, para luego, volver a mirar de una forma muy directa a los ojos de Bakugo, algo que hacía sentir incómodo al contrario pero prefirió mantenerse en silencio, en la espera de terminar con toda esa locura.

Shinso no para de preguntar por él, dice que su amado lo abandonó.— Respondió de forma rápida.— Dice que lo lleve con él cuando lo vuelva a ver, pero ni loco hago eso, aquel niño se ve bastante fuerte ¿No crees?

𝐌𝐞𝐥𝐚𝐧𝐜𝐨𝐥𝐢𝐚 𝐫𝐚𝐬𝐠𝐚𝐝𝐚 | Todobaku ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora