Dentro de mi Kokonui

XIV

Pov Koko

-Te quiero llevar a un lugar especial...- Le dije a Inupi con mi mano extendida hacia el

Inupi se veía dudoso, pero luego de un rato acepto mi propuesta

Le pedí amablemente que se cambiara de ropa y se arreglara, nuevamente acepto y con mucho cuidado se levantó de la cama al baño para cambiarse, lo espere un rato totalmente callado y cuando finalmente salió me quede sorprendido, tenía una camisa sencilla algo apretada que dejaba ver su linda pancita, unos pantalones anchos y elegantes de color negro y una chaqueta. Se veía tan atractivo que me daban ganas de besarlo tiernamente como si no hubiera un mañana

-Te ves muy bien, Inupi- Le dije con una pequeña sonrisa

-Muchas gracias...- Dijo serio pero pude notar un pequeño sonrojo

-Sígueme Inupi...- Le dije dándole una mirada alentadora y el solo asintió

Estuvimos caminando por algunos minutos, estábamos en un silencio algo incómodo e Inupi se veía algo nervioso e inseguro así que para calmarlo solo le di un pequeño pero cálido abrazo para calmarlo y lo logré, solo caminamos por otros minutos más hasta llegar al lugar...

Era el mismo parque en el que me había visto con mi mejor amigo Ran, pero con la diferencia de que no había nadie pero aún así se sentía muy bien, un atardecer hermoso, los pétalos de las flores de cerezo cayendo suavemente por el aire y una hermosa vista de la ciudad de Tokyo

-Es hermoso- Dijo Inupi con una cara emocionada con unos pocos brillos en los ojos

-Lo es- Respondí con una sonrisa mientras miraba la vista

-¿Por que me trajiste aquí?-

-Pensé que te gustaría y se que que te encantan los atardeceres así que por eso decidí traerte aquí-

-Si que me conoces- Dijo con una sonrisa cálida mientras miraba el horizonte

-Inupi- Llame -¿Me odias?-

-Mmm es algo difícil de responder, pero la mayoría de veces por mis inseguridades tengo el miedo de que me hagas daño otra vez, pero cuando demuestras amor y preocupación por mí realmente me siento bien, así que podría decir que no te odio- Me miro con una sonrisa sincera

-¿Todavía me amas?- Le pregunte

- Si...- Dijo para después darme un largo y tierno beso

Después de que soltáramos todo lo que teníamos, todos los miedos, dudas, inseguridades cualquier cosa negativa que estuviera en nuestra mente y corazón simplemente nos quedamos viendo la hermosa vista que teníamos mientras nos dábamos cualquier cariño que quisiéramos, ya no había motivo para seguir guardando recuerdos pasados y amargos debido a una buena pero ahora insignificante experiencia

Era ya de noche, estábamos cómodamente en nuestra casa casa, durmiendo o al menos solo alguien dormía

Miraba atentamente a Inupi durmiendo plácidamente, cada facción de su cara, su largo y dorado caballo, su tierna posición con una mano en su pancita, todo de él era perfecto

-Te juro por mi vida, que nunca nada malo te volverá a pasar- Le di un beso en su frente