No fue mi culpa tu cambio. El causante de tu cambio fue la mala interpretación que le das a las palabras de los demás.
Nuestra amistad nunca fue mala, no fue basada en engaños o eso es lo que considero. Me gusta compartir contigo y salir contigo, pero con el tiempo, tu compañía absorbió mucho mi personalidad, no tenía el espacio suficiente para mí.
Una persona como yo, tan solitaria y callada, merece su espacio, pero nunca supiste como entenderlo y yo, nunca supe cómo explicártelo.
Dejar de intercambiar palabra fue muy fácil para ti, que me sorprende. De la noche a la mañana, ya no era parte de tu vida y cubriste mi ausencia por alguien más. Ese alguien que te abre las puertas de par en par, pero no te entiende, que no compagina contigo y tú lo sabes.
ESTÁS LEYENDO
Recuerda leyéndome
RandomUna persona, un momento, una fotografía y una mente creativa; te ayudará a recordar todo lo que en algún momento viviste solo o en compañia. NOTA: Las fotografias de los cuales se inspiraron los textos no seran publicadas por discreción.