𝙿𝚛𝚘𝚢𝚎𝚌𝚝𝚘 𝚁𝚢𝚞𝚓𝚒𝚗 ⚠️
Día #1:
Hola, soy Kim ______, trabajo en uno de los centros de investigación científico más importantes de todo Asia, y como trabajadora con experiencia, he visto muchas cosas que a los ojos de cualquier humano podrí...
Últimamente las salas de trabajo son muy ruidosas debido a los nuevos pacientes, esa es la razón por la que los directivos del centro de investigación de criaturas mandó a silenciar todas y cada una de las habitaciones donde se encuentran los cuerpos a ser investigados. Por eso en el momento en el que logré escapar de la sala donde los gritos de la criatura aturdían nuestros cerebros, el silencio logró calmar mis oídos y mantuve mi cuerpo totalmente inmóvil durante unos segundos, tomando respiraciones profundas logré calmar mi interior.
Nunca había estado tan agradecida de que una de los jefes me llamara a su oficina, al fin podía colmar mis tímpanos de un perfecto silencio luego de veinte minutos de estar escuchando los gritos de ira de aquel ser extraño. Lo único que escuchaba era el pisar de mis botas dirigiéndose hacia la sala de la jefa.
Toqué la puerta tres veces antes de entrar, una voz calmada me respondió dándome el permiso de ingresar al lugar. Giré el picaporte para poder verla a ella sentada en una silla cómoda, trabajando en tres computadoras al mismo tiempo para recibir la mayor cantidad de información posible. Cerré la puerta detrás de mi y di unos pasos más solo para acercarme.
En el momento en que ella levantó su mirada y nuestros ojos se conectaron, una brillante sonrisa amable creció en mi rostro, pude ver mi gesto reflejado en su linda expresión. Tenía mucha confianza con ella, somos grandes amigas de hecho y se podría decir que mejores amigas.
—¿Un día ocupado, señorita Choi Jisu?— Pregunté en un tono de confianza mientras me cruzaba de brazos mirándola trabajar a dos manos en sus tres computadoras.
Compartió una risita conmigo antes de encoger sus hombros y negar con la cabeza en una expresión serena. —No más que lo habitual— Respondió tranquilamente, dejando de lado completamente el trabajo para prestarme toda su atención —¿La sala 107 es complicada?— Inquirió con una pequeña sonrisa burlona, ella sabía lo mucho que yo odiaba trabajar con el paciente 107.
Rodé los ojos ante su pregunta, logrando sacarle una carcajada. Asentí repetitivas veces con mi cabeza —Usted sabe lo mucho que yo odio trabajar en esa sala— Respondí sin poder evitar contagiarme de su armonioso reír, dejé escapar una pequeña risa junto a ella.
Ella cambió su expresión a una pensativa y me miró con ojos entrecerrados, como si pudiera ver a través de mi en su mente. Asintió con su cabeza y apoyó los codos sobre su escritorio, entrelazando sus propios dedos y descansando su cabeza sobre ellos mientras que la mirada interesante aún permanecía en su rostro —Le tengo una oferta...Que incluye dejar la sala 107 para siempre— Murmuró en un tono bajo.
Al instante me dejé sentar sobre la silla que estaba frente al escritorio y copié su acto, mirándola a los ojos con exactamente la misma expresión. —Soy toda oídos— Respondí muy interesada en escuchar la oferta que de seguro iba a tomar.
Una pequeña sonrisa tiró de sus labios al escuchar mis palabras, segundos después su rostro volvió a su seriedad —Pues verás, mi querida ______... Hace dos semanas se inició un nuevo proyecto, el Proyecto Ryujin. De seguro tu has oído hablar de él— Yo asentí con mi cabeza a lo que ella dijo pues estuve escuchando muchas cosas acerca de aquella criatura —Elegí a algunos muchachos para investigarla... Pero todos los días surgían quejas o renuncias para el trabajo de cuidar a Ryujin, y actualmente no hay nadie que la investigue— Suspiró con estrés por el momento —Y me preguntaba si tal vez... ¿Tu pudieras investigar a Ryujin?— Cuestionó ella con esa sonrisa icónica y bonita que tiene.
Me encogí de hombros mientras asentía y al mismo tiempo negaba con la cabeza —¡Pero por supuesto! Cualquier cosa para dejar de trabajar con el paciente 107— Respondí sin pensarlo dos veces.
Su sonrisa se expandió aún más, haciendo que sus ojitos se encogieran con felicidad ente mi respuesta —¡Eso es lo que quería oír!— Exclamó de alegría y me extendió una carpeta de apenas una hoja, dejándola sobre el escritorio para que yo la tome —Esta es toda la información que lograron conseguir de Ryujin... Es demasiado reservada y no hace nada, no sé por qué las personas renuncian a atenderla cuando literalmente lo único que hace es respirar— Se encogió de hombros volviendo a dirigir su atención hacia sus computadoras.
Reí por su comentario y en mis manos tomé la carpeta, la abrí y observé la única hoja dentro —Oh... ¿Esto es todo?— Pregunté levantándome de la silla —Supongo que es mejor así no necesito leer mucho— Sonreí alegremente caminando hacia la puerta de salida.
Ella asintió con su cabeza e hizo lo mismo que yo, se acercó a mi con una brillante sonrisa —Sé que tu puedes hacerlo, ______, no me decepciones— Dijo con una brillante sonrisa juguetona, obviamente sabía que ella solo estaba bromeando conmigo ya que ella nunca me obliga a hacer algo en realidad. De todas formas yo haré cualquier cosa para verla satisfecha.
Me acomodé para poder mirarla de frente mientras sonreía —Por supuesto Jisuya, nos vemos al final del día— Sonreí de manera dulce para despedirme y esperando a que ella haga lo que siempre hace cuando nos despedimos.
Entonces ella rodeó mi cuello con sus brazos, acercándome hacia ella y besó mi mejilla con ternura pero al mismo tiempo de forma agresiva, con un cariño especial. Al separarse soltó una risita —¡Aw, eres tan adorable!— Expresó con una gigante sonrisa y su tan precioso "eye smile". Me soltó para dejarme ir —¡Adiós ______!— Se despidió sacudiendo su mano en el aire.
—¡Adiós Jisu!— Le regalé una última sonrisa antes de que la puerta se cerrara y yo volteara a caminar hacia mi destino actual, la sala número 200. Una linda sonrisita apareció en mis labios mientras caminaba con una de mis manos en el bolsillo de mi bata blanca y otra sosteniendo la carpeta con la información, Lia lograba levantarme el día solo con una sonrisa.
Mientras caminaba me preguntaba cómo será la nueva paciente, al mismo tiempo que el miedo comenzó a invadir mi cuerpo pues no había pensado que si todas las personas que renunciaban era porque algo mal había en esta mujer. O bueno...¿Mujer? Por lo que he leído, es una mujer que cuenta con una condición muy rara, tiene aparato reproductor masculino. Esto es totalmente nuevo y podría ser una mutación de la humanidad, por lo que en mis manos estaba el futuro de la sociedad. Solo de pensarlo los nervios me atormentaban, pero lo único que pude hacer es tomar un respiro y calmarme, esperando a que todo salga bien.
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