¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yo...
Hoy te vi, después de dos semanas.
Hoy te vi y escuché la risa que anticipaba tu llegada.
Hoy te vi y mi corazón tembló un poco. Quizás porque tu visita fue inesperada.
Hoy te vi y mi cabeza recreó en segundos todas tus llegadas hace semanas atras, donde tus ojos se iluminaban y tu sonrisa me llamaba.
Hoy te vi y creí que todo lo había soñado, tus caricias, risas e insultos juguetones con dulce voz.
Hoy te vi y creí que habías sido creado por mi imaginación.
Hoy te vi y después de retomar la compostura, tomé aliento y sin que lo notaras alce la vista.
Hoy te vi, mire tus ojos, detalle su color y lo hermoso que se veían bajo el sol.
Hoy te vi y un nudo atravesó mi garganta recordando lo mucho que amaba que esos ojos color miel me mirarán fijamente mientras charlaba.
Hoy te vi y lo entendí...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Y es que ...
Hoy te vi y no sentí aquella decepción que ansiaba tu compañía cuando llegabas mencionado tu entrada por salida.
Hoy te vi y te sentí como un desconocido. Uno que no acarició mi piel, ni rozo mis labios. Uno con el que jamás me mostré vulnerable. Uno que jamás abrazo mi cuerpo y calmo el frío de mi alma.
Hoy te vi y no sentí la necesidad de querer encerrarme en mi habitación esperando tus saludos secretos llenos de abrazos, besos y caricias.
Hoy te vi y mis brazos no temblaron con ganas de sentirte.
Hoy te vi y mis labios no desearon el roce de tu piel.
Hoy te vi y no quise sanarte.
Hoy te vi y senti frío nuevamente.
Hoy te vi y supe dentro de mi, que algo culminaría.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No me equivoqué...
Hoy te vi y sin palabras me despedí, entendí que ya era hora de dejarte ir.
Hoy te vi y agradecí que fueras esa estrella fugaz, caótica y llena de heridas que llegaría a enseñarme un poco de su luz.
Hoy te vi y me dolió aceptar la culpa de tu partida.
Hoy te vi y acepte que si te quería.
Hoy te vi y me disculpé en silencio por no permitirte dejarme ver tus grietas y evitar la cercanía.
Hoy te vi y comprendí la maravillosa persona que en realidad puedes llegar a ser.
Hoy te vi y deseé que otra estrella acompañe tu caminó, una buena, una que sea merecedora de ti.
Hoy te vi y se que no será la última vez que lo haga
