Capitulo V

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El silencio invadió el área y la tristeza se hizo presente en el momento que Minho traía a Ben. Todos observábamos a los chicos llegar, Newt, Gally, Sarten y Alby estaban preparados con unos palos largos en forma de pala.
-Por favor escúchame – pedía Ben – Minho escucha, Alby – entre sus palabras se mesclaban extraños ronquidos que me ponían la piel de gallina.

Minho dejo a Ben frente a las puertas y desato sus manos, arrojo dentro del laberinto una mochila con algo de comida y un pequeño cuchillo mientras el rubio rogaba por su vida, sentía un dolor horrible en el pecho al ver todo, Ben era uno de los chicos a los que era más cercana y pensar que intento matarme me rompía el corazón.

Las puertas comenzaron a cerrarse – Postes – Grito Alby y todos bajaron los palos en dirección a Ben, el nombrado pedía que no lo hicieran y se resistía, los chicos lo obligaban a avanzar, quedo entre ambas puertas y el espacio se hacía cada vez más chico obligándolo a entrar al laberinto, los gritos desgarradores de Ben retumbaban en todo el área hasta que las puertas cerraron y otra vez el silencio reino…

Nadie decía nada, todos observaban a un punto fijo, alguno que otro se marchó de inmediato y en mi cabeza solo estaba el pensamiento de que había perdido a una persona que para mí era muy importante, ya no volvería a escuchar los chistes rancios de Ben en el almuerzo o en cualquier momento del día, ya no vería esa sonrisa contagiosa salir del laberinto y lo que más dolor me causaba era la manera que todo termino, que mi último recuerdo de él tendría que ser tan malo…

-Ya pertenece al laberinto – dijo Alby en un hilo de vos, las lágrimas amenazaron en salir por los recuerdos con Ben y que ahora solo serían eso, recuerdos…

-Anna – me llamo Gally – Estas bien – tomo mis brazos y me miró fijamente, eso para mí fue una alerta, muchos de los presentes se giraron a verme y cada vez las ganas de llorar eran más fuertes

-Estoy bien Gally – sonreí forzosamente y sin pensarlo más me fui, camine lo más rápido posible hasta la torre del área, subí y cuando nadie me veía deje que las lágrimas cayeran, me recosté mirando el cielo intentando calmarme pero no paraba de pensar…

Pensar en la mierda de lugar en el que estamos y que lo único que podemos hacer es estar aquí encerrados sin saber que hay allí afuera, creo que esa es una de las razones por las que quiero ser corredora, en el laberinto tendría mi mente ocupada en otra cosa pero no voy a mentir que me da miedo, me da miedo la idea de salir y no regresar o el perder a alguien allí dentro y no poder hacer nada…

-Puedo o quieres estar sola – pregunto Minho llegando al lugar

-Si – respondí secándome las lágrimas – el área es de todos – se sentó a mi lado

Un silencio incomodo lleno el lugar, no sabía que decirle, sabía que él y Ben eran muy unidos, después de todo pasaban todo el día en el laberinto y siempre estaban juntos, además debía ser duro ser quien lo llevara hasta las puertas, saber que llevas a tu amigo a la muerte no debe ser el mejor sentimiento.

-Siento mucho lo de Ben – dije con  un nudo en la garganta 

-Gracias – respondió casi en un susurro – Después de todo, estas cosas ya pasaron antes – en sus ojos se podía ver el dolor al pronunciar esas palabras, los chicos me contaron que antes que llegara ya paso esto con otro corredor muy unido a todos.

-Lo voy a extrañar – agache mi cabeza – Sus chistes y su manera de alegrar el día – no pude pronunciar esas palabras sin dejar caer una lagrima

-Eso que tu no tenías que aguantarlo todo el día – ambos reímos – de cierto modo alegraba un poco este lugar – una lagrima recorrió su mejilla, me sorprendí al ver eso, nunca lo había visto llorar

RaméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora