Nuevo.

13 6 0
                                    

"Algo nuevo no tiene que ser algo malo".

No pude dormir en toda la noche, los recuerdos de ese hombre tocándome de manera repulsiva me impedían conciliar el sueño. Empecé a llorar de nuevo, estuve llorando toda la noche, la desesperación estaba haciendo que mi garganta se cerrara y me impedía respirar bien, como si algo estuviera presionando mi pecho.

—Tranquilizarte Jiminie, estas bien. —Yoongi estaba intentando animarme, pero las lágrimas no dejaban de salir, aunque lo intentara. Aunque lo intentara, no podía dejar de pensar en eso. Sabía que todo estaba bien, que ya todo había pasado y la pesadilla había terminado, pero no podía tranquilizarme.

—Lo sé, sé que ahora estoy bien, pero... No puedo dormir...

—Estoy aquí, no voy a dejarte solo. —Yoongi se acercó a la cama y se sentó a mi lado, empezó a acariciar mi cabello con delicadeza y limpió mis lágrimas. Inhale y exhale profundo en otro vago intento por calmar mi ansiedad, pero nada de lo que hacía funcionaba.

—É-él... Me estaba tratando m-muy mal, me estaba... —Al intentar hablar mi voz se quebró por completo, las lágrimas se adueñaron de mis ojos nuevamente, tal vez sea mejor no hablar de eso.

—Ven aquí. —Yoongi hizo una señal para que me acercara, me senté frente a él y me regaló un cálido abrazo. Eso me hizo sentir mejor, me sentía mejor cada vez que Yoongi me abrazaba, aunque las preguntas no dejaban de pasar por mi cabeza.

—¿Por qué hizo eso...?

—Porque es un imbécil. —Yoongi se dio cuenta de las marcas que ese hombre había dejado en mi cuello, se veía muy molesto. No me gusta cuando Yoongi se enoja, sus ojos cambian por completo, como si todo su brillo se escapa de ellos, dejando a un cuerpo vacío y sediento de ira. Por más intimidante que se vea, sé muy bien que nunca me haría daño.

—Lo siento hyung... No pude evitar que hiciera eso. —Al notar que no apartaba su vista de esas marcas, pensé que tal vez debía disculparme o iba a enojarse más.

—Hey, no te disculpes, no es tu culpa. —Yoongi volvió a abrazarme, el brillo de sus ojos volvió a aparecer junto a una sonrisa. —Vamos a arreglar esto ¿Me dejas hacerlo?

—¿Arreglarlo?

—Si me lo permites, voy a quitarte esas feas marcas.

—Por supuesto que puedes Hyung, no quiero tener esas marcas...

Yoongi me sonrió, cada vez que sonríe siento a mi corazón derretirse por completo. Se acercó a mi cuello y acarició con sus labios todas las marcas que dejó ese tipo mientras seguía abrazándome, no podía estar más feliz al sentir un camino de pequeños besos encima de todas mis heridas.

—No te asustes ¿De acuerdo? —Él susurró cerca de mi oído, su voz se escuchaba más grave de lo normal. Estaba empezando a confundirme de nuevo ¿Por qué debería asustarme?

Mi pregunta se contestó sola al sentir una pequeña mordida en mi cuello, besó todas mis heridas con mucho cuidado y su lengua se paseó por cada una de ellas. Sus caricias me provocaban un leve cosquilleo y empecé a reír levemente, él también reía de vez en cuando.

Es una situación similar a la que viví con aquella bestia, pero a la vez es completamente diferente, esta vez no me sentía incómodo, no tenía miedo e incluso me sentía confiado. La diferencia es que Yoongi me estaba tratando con mucho cuidado y cariño.

Esa situación me estaba haciendo sentir raro... Pero se sentía bien, no era malo, simplemente era algo nuevo para mí. Mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho y mis mejillas se volvieron completamente rosas ¿Cómo se debe reaccionar a eso?

Yoongi me levantó de la cama cuidadosamente, me acomodó en su regazo con sutileza y se acercó más a mí. La intensidad de sus besos subió, ya no eran pequeños besos, esta vez se sentía más intenso y agresivo, las mordidas se hicieron más presentes y fuertes. Esto me tomó por sorpresa, pero al sentir sus manos rodeando mi cintura me tranquilicé.

Era una sensación nueva, completamente diferente. Nunca antes me había sentido así y por alguna razón me estaba empezando a dar mucho calor. Creo que estoy a punto de volverme loco, pero si me volveré loco abrazando a Yoongi y él a mí, elijo estar loco toda mi vida.

Estaba perdiendo la consciencia cada vez que sentía sus labios en mi piel, mi risa nerviosa se hacía cada vez más presente. Yoongi se detuvo y acarició mi cabello mientras me observaba con una sonrisa.

—Las marcas de ese imbécil ya no están, Jiminie.

—¿De verdad?

—Si, ahora tienes las mías.

—Las tuyas si me gustan hyung.

—A mí también, te ves muy lindo con ellas.

Voz AngelicalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora