Perdida

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Pov. Mon

Estaba levantando mis caderas haciendo que las embestidas de Sam más profundas, sus dedos largos y talentosos, me estaban enloqueciendo de placer, -Teerak por favor dame más duro, estoy tan cerca, -como tú digas bebé déjame cuidarte, responde Sam con esa voz de dormitorio que tanto me excita, - Mon me encanta como tomas tan bien mis dedos, puedo sentir como tus paredes vaginales los aprietan. – Sam si dices cosas así me vas hacer venir tan duro. – Es lo que deseo princesa, dice esto y se inclina chupando mi clítoris ya hinchado, haciendo venir, en un grito ahogado, mi cuerpo tiembla con las réplicas de ese devastador orgasmo. – déjame recuperar el aliento un momento y te devuelvo el favor Teerak.



Cuando finalmente abro los ojos para ver el rostro de la mujer que amo, hay solo oscuridad, el pánico se asienta en mi estómago – Sam ¿dónde estás?, mi corazón está latiendo frenéticamente, mis ojos se llenan de lágrimas, me siento tan sola, tan perdida, desnuda y vulnerable. – ¡Saaaam! Grito con desesperación. 


Hasta que despierto y me ubico donde estoy, y la decepción me provoca nauseas, no estoy en los brazos de Sam en su casa que por mucho tiempo fue nuestro nido de amor, mis lágrimas caen cascada hacia la sabana que estoy apretando en puños, estoy sudada, frustrada y desolada, todo fue un maldito sueño otra vez, donde termino vergonzosamente mojada, irritada, y muy triste porque no es real. Desde hace dos meses que Sam y yo nos separamos, no paro de tener estos sueños encantadores que se convierten en pesadillas, pongo las manos en mi pecho, donde puede sentir mi corazón latir fuertemente, con mis ojos cerrados y las lagrimas continúan mojando mis mejillas, ya ni siquiera en mi habitación en casa de mis padres puede sentirme en paz, todo me recuerda a Sam, a pesar de que guarde todas sus fotos, se que eso fue inútil, porque como la borro de mis recuerdos, como hago para ya no sentir sus besos ardiendo en mi piel, ella era todo, y continua siendo todo para mí.



Ni en mi más locos sueños hubiera imaginado, que mi ídolo, mi crush de la infancia se hubiera fijado en mi, Khun Sam era tan inalcanzable un sueño de mujer, porque es una maravilla, hermosa, de clase social alta y para mi más mala suerte de la realeza de Tailandia, comprometida con el señor Kirk, también de clase alta, y yo siendo una simple plebeya con algunos años menos que ella, con una buena carrera universitaria terminada si, porque Sam desde niña fue mi inspiración, la admiraba muchísimo, y no descanse hasta ser la primera de mis clases, y logre graduarme con honores, esto me ayudo a entrar en Diversity la empresa de la que seria mi tormento, mi cielo y mi infierno al mismo tiempo. Porque eso era Sam en mi vida.



Cuando empecé a trabajar con ella, lo que más aspiraba era ser una de sus empleadas de confianza, seguir aprendiendo, y ser su Nong, pero la vida tenía otros planes, y desde el primer día que nos vimos, que para mí decepción ella no me recordó, hubo esta tensión chispeante entre nosotras, ella fue muy dura conmigo, no se parecía nada a la niña que conocí, que me cuidaba y era gentil, esta versión de Sam era sin emociones, como una vez dijo una de sus mejores amigas P' Jim, que no entendía que le vi a su amiga de facciones muertas.


 Sam para el mundo se mostraba prepotente, desconsiderada, no sonreía, parecía estar de mal humor todo el tiempo, y yo no fui la excepción al principio me trataba de forma fría y altiva, pero la diferencia de mis compañeros en la empresa es que yo no le tenía miedo, la respetaba y admiraba sí, pero no le bajaba la cabeza, eso fue lo que llamo su atención, la verdad pensé que me despediría, pero para mi sorpresa paso lo contrario y me mantuvo más cerca, me dio más responsabilidades, y trabajo en conjunto conmigo codo a codo y esto fortaleció nuestro vinculo.

GAPTHESERIES  One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora