Taehyung quería olvidar para ya no sentir dolor y si eso implicaba ir en contra de una relación convencional, lo haría. Porque cuando conoció a Jungkook, quien podría reconstruir cada parte de su corazón, juró hacer lo que fuera para mantenerlo a sa...
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Hablamos mucho durante el viaje, su departamento quedaba al otro lado de la ciudad así que nos dió tiempo para que me muestre quien era, no voy a mentir, algo de Jungkook se me hacía extraño, se sentía como si ser él hubiera sido cansador durante toda su vida y conmigo fuera más fácil soltarse. Al llegar al departamento guardamos todo en cajas y las subimos al auto, no eran muchas cosas, parecía que hace poco se había mudado, incluso habían cajas sin abrir aún.
—¿Tenías pensado venir a vivir conmigo?. —lo molesté pateando suavemente su pierna mientras me dirigía a la puerta con una caja en mis brazos.
—Se supone que hoy vuelvo a Busan.
Me detuve antes de cruzar la puerta, el peso de todo mi cuerpo parecía ser más denso y la gravedad aumentó porque solo pensaba en terminar tirado en el suelo.
—¿V-volves a Busan?. —asintió.
—Por eso las cajas, hace unos días le avisé a mis padres que volvería así que ya estaba todo arreglado para contratar un camión de mudanza, pensaba hacerlo ayer por la noche para que se llevaran todo esto hoy temprano, pero ya sabes lo que pasó.
—¿Pero por qué vas a irte tan lejos?. —sonó a reclamo, había cierta molestia en mi tono de voz que me costaba ocultar.
—Yo nací en Busan, Taehyung, extraño a mi familia y Yugyeom está en Seúl, si quiero que desaparezca de mi vida tengo que irme de la ciudad. —Jungkook sonrió con tristeza— Mi vuelo sale hoy por la noche.
—¿Y tu carrera? ¿La universidad? ¿Tus amigos?... —"¿Yo?" quice reclamarle, pero no lo dije— ¿Solo vas a huir de un idiota que no merece que sacrifiques tu futuro por él?.
—¿Podes calmarte?. —me pidió levantandose del suelo en donde había terminado de encintar una caja— Puedo estudiar a distancia, soy joven y tengo tiempo para pensar qué haré, pero necesito un respiro de toda esta situación. —Jungkook acarició mi brazo con dulzura— Prometo llamarte, has hecho más por mi que todos mis amigos.
—¿Me vas a llamar cada día?. —pregunté suavisando mi rostro
Algo dentro de mi tenía miedo de no volver a verlo, lo cual era estúpido ya que no existía forma de que tuviera estos sentimientos por alguien que recién conocía.
—¿Cada día no es mucho?. —negué— Bueno, voy a llamarte cada día, Kim Taehyung.
Nos fundimos en un abrazo extraño, con sabor a tristeza y despedida, aunque aún no se iba.
—Ahora llevemos estas cajas que no quiero perder más tiempo. —dije separandome de sus brazos.
—Estoy de acuerdo.
Cargamos todas las cajas al auto, no eran muchas, los muebles habían venido con el departamento así que los dejó.
—Vamos por un té. —tiré de su mano, Jungkook se quedó en silencio un buen rato mirando el departamento, supongo que va a extrañarlo— Ya miraste cada centimetro de cada pared, ¿no crees que es mucho?.
