Capitulo 4:
¿Quiénes son? O ¿Qué son?El miedo crea adrenalina y ella solo te insta a huir o defenderte por qué en este mundo de locos solo existen dos opciones.
Me tomo 30 minutos arreglarme, fue difícil encontrar un buen vestido que no me hiciera sentir incómoda, encontrar una tela cómoda para mí piel no es sencillo. Salí a buscar a thail a su dormitorio, como su número es el 007 pues está dos cuartos a la derecha del mío. Al salir de mi cuarto ví a mis demás compañeros, 003 y 009 me saludaron y se fueron tomados de la mano, sabía que tenían algo y esa tomada de mano me lo confirmaba, no le di mas vueltas al asunto y llegue asta la puerta del dormitorio de thail, cuando estaba por tocar la puerta esta se abrió haciéndome retroceder por la impresión.-¡Oye no se vale me asustaste¡- le recrimine.
-Como era de esperarse eres muy asustadiza- mis mejillas se sonrojaron con su respuesta, y para distraerme me fijé en su ropa.
Thail llevaba puesto un bonito conjunto blanco, su camisa manga larga con tela de seda y un chor corto hacían resaltar sus piernas, el color hacia que tanto sus ojos miel como su cabello blanco sujetado con una peineta dorada resaltaran y no toca olvidar los zapatos con medias largas, dirigí mi mirada a sus medallas de honor que estaban perfectamente organizadas sobre su cinta conmemorativa de color verde crema en combinación con sus medias. Su ropa casi hace que me ría por lo adorable que se ve pero, guarde mi opinión capas y se ríe de mi por que yo me veo mas ridícula que él.
Yo a diferencia de thail llevaba un vestido blanco con bordes rosa crema, unas pantimedias con bordado, mis zapatos abiertos también de rosa crema para combinar, unos guantes blancos y unas bonitas alas transparentes pegadas atrás en mi vestido, estás ocupaban el lugar donde se supone debía ir un moño rosa pero las alas resaltaban mi inocencia, o eso dice mi IA, yo solo le hice casó; mi cabello castaño ordenado en una bonita trenza desde mi costado que acababa en una dona, a diferencia de thail que lleva una peineta yo tenia puesta una tiara dorada con algunos rubíes, mi collar de cadena corta y finalizando con un gran rubí hace resaltar mis ojos castaños. Al igual que thail llevaba mi banda conmemorativa, aunque está era color rosa crema, mis medallas de honor ubicadas de la más importante a la que menos me costo obtener estaban ocupando su lugar ordenadamente ayudando al look.
-ya debemos irnos- thail me tomo de la mano y empezó a jalarme mientras hablaba, saque a mi mente de las nubes para seguirlo, cuando me di cuenta que tenía mi mano en la suya solo tendí a sonrojarme tomar un poco de su calor corporal, admito que ya me estaba encariña do con él.
-thail- llame suavemente. El solo tendió a dirigirme una mirada y regresarla al frente para evitar que nos perdiéramos entre los corredores. -¿Crees que el anuncio?- thail negó a mí pregunta no formulada completamente, detuvo su andar y suspiro.
-No, no es posible que sea para eso, nos ordenaron vestirnos de gala, por eso es imposible que sea para lo que crees- asentí a sus palabras y seguimos caminando, mi mente volvió a alejarse de la realidad y recordé el castigo que sufrió el niño peli negro hace años, pese al tiempo que paso muchos aún lo recuerdan como si fuera ayer, incluyendo me.
La mano de thail apretó la mía, levanté la cabeza desconcertada y me di cuenta que estaba mirando un punto fijo de la entrada, al principio no entendí pero cuando dirigí mi mirada allí temblé un poco.
Había un robot repartiendo unos brazaletes, al parecer no te dejaría entrar si no te los ponías, esas cosas eran las pesadillas de muchos, aún permanecía el momento de cuando vimos a nuestros compañeros en el piso retorciéndose de dolor por culpa de esas pulseras.
-¿Crees que debamos?- lo mire de reojo y apreté su mano para que entendiera mi punto.
-Es obligatorio - murmuro, yo asentí y caminamos juntos a formarnos en la fila.
Cuando nos colocaron las pulseras nos dimos cuenta que en vez del chip que muchos supusimos envío la descarga en el pasado estos llevaban nuestro número adornado en plata pulida. Sentí alivio al saber que estos brazaletes no nos harían nada malo, thail también se veía más tranquilo haci que caminamos más tranquilos a dentro del salón, cuando todos estuvimos adentro este empezó a adquirir una vibra extraña.
Las puertas se cerraron de golpe y las luces se apagaron, estábamos a ciegas y no podíamos abrir las puertas por qué estás solo se podían abrir con la orden de una IA, la mayoría empezó a temblar, tome a thail para evitar acurrucarme en el piso por culpa de mi miedo a la oscuridad.
10 minutos, estuvimos solos y a oscuras durante 10 minutos, algunos no soportaron el estrés y se habían sentado en el piso, otros se abrazaban entre si para aliviarse mutuamente, yo estaba sentada entre thail y Jumeko quienes me abrazaban para consolarme y buscar su propio consuelo.
Cuando las luces se encendieron muchos nos levantamos del susto, varios se quedaron paralizados del miedo, y los más fuertes mentalmente retrocedieron y jalaron a varios con ellos asta chocar con las puertas, algunos estaban por tener un ataque de pánico y thail intentaba controlar la situación haciendo retroceder a varios contra las puertas lentamente.
Al otro extremo de la habitación, midiendo más de dos metros, con ojos rasgados y alas en la espalda además de una cola escamosa estaban unos seres de color azul. Muchos tuvieron pesadillas con ellos, otros vimos a esos entes en sueños y los demás solo dejaban su mente vagar y olvidarlos, pero hay estaban mirándonos.
Uno de ellos dio un paso al frente, nosotros retrocedimos para mantener la distancia, sus ojos se cerraron en lo que supuse era derrota y retrocedió de regreso con sus compañeros, parecía comunicarle con la mirada algo a su compañero izquierdo, cuando recibió un visto bueno de este volvió a mirarnos, está ves de forma tierna y suplicante.
-Tranquilos- su voz sonaba calmada y con un tono ligeramente fuerte, pese a que su palabra sonara como una orden sus expresiones evidenciaban que solo quería calmarnos.
-No les haremos daño- se apresuró a decir uno al lado del primero, los demás le dirigieron una mirada desaprobadora pero no lo regañaron.
Nosotros retrocedimos más, asta el punto donde estábamos tan pegados a la puerta que seguir avanzando nos pondría en una situación donde huir sería difícil.
Mi vista moviéndose de un lado a otro, pasaba entre las caras de esos entes de azul, solo se detuvo al ver a uno en específico, este lo había visto en mis sueños, aparecía para abrazarme y confortarme después de una pesadilla, el me miró a los ojos, nuestras miradas se encontraron por unos minutos dónde al parecer no era la única que miraba a alguien a los ojos.
Cuando me di cuenta de cuál era mi postura en la situación dirigí mi mirada a 001 quien asintió y dio un paso al frente conmigo, ayudándome a formular la pregunta que nadie se atrevía a hacer por el miedo.
-¿Quiénes son?- pregunté con la vista fija en el que aparecía en mis sueños.
-O ¿Qué son?- termino 001 de forma sería también viendo a alguien fijamente.
Ellos solos nos miraron con exactísimo, algunos con miradas esperanzadoras, como si quisieran ayudarnos a entenderlos. En cambio nosotros Solo queríamos escapar de ellos, vivir, ser felices entre nosotros, ya nos habíamos adaptado a nuestra situación, todos nos habíamos resignado a vivir aquí en los numeradores; su llegada primero en nuestros sueños y ahora justo enfrente de nosotros hizo que si hicieran añicos nuestras esperanzas de una paz duradera.
-(Quiero vivir en paz, ¿Acaso es mucho pedir?)- pensé viéndolos fijamente, pasando de una cara a otra, aunque se veían casi iguales, lo cual me desesperaba. Sentí a 001 tomar mi mano, el buscaba consuelo al igual que yo buscaba el suyo haci que apreté su mano para que supiera que lo entendía. -(ellos parecen esperanzados, y alegres)- mordí mis labios por la chispa de enojo que empezaba a latir en mi interior -(no puedo hacer nada estúpido que ponga a los demás en riesgo)-
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Invadieron Nuestro Mundo
Ficção CientíficaTe contaré una historia , una historia que te hará llorar, acércate al lugar donde todos moriremos, donde la fe y esperanza prevalecerán, el lugar donde nació la luz y oscuridad del universo, una mente rota y verdad detrás del todo... un lugar donde...