Cicatrices
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-Mira KyungSoo, esas personas que están allá- el señor con barba blanca señaló a un par de chicos sentados en una banca del parque- Son unas aberraciones, ni siquiera merecen ser llamadas personas. Son asquerosas.
KyungSoo miró hacia donde apuntaba su padre, a un par de chicos que reían entre sus susurros y que estaban tomados de las manos. Los dos se veían felices a pesar de las constantes miradas de desagrado que le dirigen las personas a su alrededor, con sus ojos brillosos y sonrisas enamoradas que KyungSoo nunca vio en sus padres.
Siempre gritándose y reprochandose todo, como si vivir juntos fuera un martirio.
El pequeño niño de 10 años sintió un revoltijo en el estómago y en el pecho cuando vio a los dos pelinegros acercarse y robarse un delicado beso, uno tan íntimo que pensó que estaba viendo algo que no debía, no porque fuera malo, sino porque era un momento de ellos dos y el niño se sentía un intruso. Sus mejillas se colorearon de un rojo ardiente.
Era una sensación nueva, pero bonita, KyungSoo quiso experimentar más de esas cosquillas.
-Maldita sea, que asquerosos- el señor jaloneo al chico del brazo para que quitara los ojos de esos chicos- No mires eso KyungSoo, no se te vaya a pegar lo maricón.
El pelinegro hizo una mueca de dolor por los jaloneos de su padre, pero no reprochó, no queriendo que el adulto se enojara y le pegara por ser un niñito débil que se quejaba por nada. Sus ojos se desviaron de esa pareja, obedeciendo a su padre.
Una duda se planteó en la pequeña cabeza del niño: ¿por qué estaba mal que ellos se besaran si se sentía bien a la vista? KyungSoo no lo veía como algo malo, al contrario, si le producía esas cosas con solo verlo quería saber que pasaría si lo experimentaba.
Supo que ese pensamiento estaba mal cuando miró a su padre y en su mirada se visualizaba el asco y el enojo, como si ese acto, un simple beso, fuera algo que no era permitido en este mundo. Su estómago se revolvió, pero estaba vez no era una sensación agradable, sino una que le hacía querer llorar.
¿Por qué estaba mal que dos chicos se besaran? KyungSoo vio una pareja, a dos bancas después, hacer lo mismo que hacían ellos, pero la diferencia era que ellos eran una mujer y un hombre y nadie les decía nada. No los miraban mal, no susurraban de ellos ni les lanzaban palabras agresivas.
¿Cuál era la diferencia?
-¡Malditos maricones! Váyanse de aquí, no contaminen las mentes de los inocentes niños. Malditos seres de satanás- el señor gritó con furia y el ceño fruncido totalmente.
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•Pies heridos | 🌻 KaiSoo.
Fanfiction🌻Do KyungSoo era un chico de 29 años que amaba pasar sus ratos libres pintando, cualquier cosa, pero lo que más disfrutaba pincelar era a la gente, podía leer la profundidad de su ser a través de la pintura, como libros abiertos expuestos para él...