𝐸𝑙 𝑐𝑙𝑢𝑏 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑡𝑒𝑚𝑒𝑟𝑎𝑟𝑖𝑜𝑠

146 14 0
                                    

Una isla rodeada de agua era parte de sus sueños esa noche, caminaba por la orilla sintiendo el cosquilleo del mar chocando con sus pies

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una isla rodeada de agua era parte de sus sueños esa noche, caminaba por la orilla sintiendo el cosquilleo del mar chocando con sus pies.

Era demasiado real para ser solo un sueño.

Frunció el entrecejo levemente, camino por lo que supondría era una media hora, no habia nada que le llamase especial atención en el lugar hasta que sus ojos azulados se encontraron con una masa negra en el mar.

Aquella masa se iba haciendo más grande y antes de poder averiguar lo que era despertó exaltada.

Encontró la calma viendo a sus mascotas jugar entre ellas, no recordó lo que soñó el resto del día.

Una persecución comenzo esa misma noche, persecución a Gnomos curiosos que usaban un vehículo en modo de escape de aquel equipo de Cazatroles, cuando lograron detenerlos unas sirenas de policía los alertaron, estaban en problemas.

Los cinco adolescentes levantaron las manos como se les fue pedido, la escena era incriminadora si pensamos que el auto que habían tomado aquellas criaturas era de uno de sus maestros el cual estaba en el mismo vehículo policial.

La pelirroja estaba nerviosa, nunca habia estado en detención ni mucho menos en la que el señor Ulh daba los sábados cuando la escuela estaba completamente vacía, nunca pensó estarlo, primero reprobaba y ahora estaba en detención.

Su vida escolar estaba yendo en picada, a su lado estaba Valeia quien se veía bastante cómoda con la situación de estar en detención al rato llego Clara seguida de Jim y Tobías, tal parece era la única que le preocupaba estar en la escuela un sábado.

El azabache paso una mano por sus hombros mientras los amigos comenzaban a entrar al establecimiento.

--Esta bien es solo detención-- Musito el azabache

--Nunca he estado en detención, nunca reprobé nada-- Hablo la pelirroja-- Me consideran una alumna perfecta-- El ojiazul la miro mientras que esta se adelantaba

No llevaba ni cinco minutos en el lugar y ya se encontraba pasándola mal, llego hasta su lado nuevamente.

--Eres una alumna y seguirás siéndolo un error lo comete cualquiera-- Le reconforto tomándole de la mano delicadamente

--Esta bien, quizás estoy exagerando-- Menciono intentando llamar a la calma-- ¿Soy la única preocupada por esto? -- Cuestiono

--Si-- Musito el azabache-- Todo estará bien es solo un castigo

Entraron al salon y se sentaron uno junto al otro, aunque la chica de cabellos rojos siguiera nerviosa algo que se notaba gracias a aquel tic nervioso que se volvió costumbre tener, entregaron sus celulares al maestro quien pasaba con una caja recogiéndolos, el azabache tomo su mano y comenzo a acariciar el dorso de esta en un intento de calmarla.

𝑈𝑛 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑖𝑛𝑜 (𝐽𝑎𝑚𝑒𝑠 𝐿𝑎𝑘𝑒 𝐽𝑟 𝑥 𝑂𝑐)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora