"ARREPENTIMIENTO"

2.1K 93 21
                                    

• Narrador omnisciente •

Suavemente, Manjiro comenzó a colocarse el preservativo, moviendo cuidadosamente su miembro para después adentrarse dentro de la fémina con suma delicadeza.

Al ritmo de los gemidos de la fémina, Manjiro iba avanzando dentro de ella. Sus comenzaban a rasgar la bella espalda de Manjiro, por lo tanto, los objetos iban cayendo del escritorio, mientras Manjiro hacía movimientos más bruscos dentro de la fémina. Previamente, el hombre movió sus manos hacia el escritorio, comenzando a penetrar dentro de la fémina, causando lo más pronto posible, llegar al clítoris puesto que Manjiro había guardado todo su deseo a Hikari para este momento, era más fácil llegar. Las manos de Hikari viajaron hacia el rostro de Manjiro, comenzando a besar sus labios y tocar sus mejillas con calidez.

Finalmente, Manjiro y Hikari habían llegado al clímax. Manjiro sin cuidado, tomó las caderas de Hikari, comenzando a eyacular dentro de ella mientras soltaba un gemido de satisfacción, más tarde Hikari hizo lo mismo. Manjiro, con cuidado se aparta de la fémina para quitarse el preservativo y después meterlo a una bolsa y, para finalizar, meterlo a la basura.

—Probablemente Sanzu y los demás estén en camino, lo mejor sería dejarlo así —Manjiro sugirió mientras se colocaba su traje.

—Tienes razón —comentó Hikari—, ¿Puedo pasar a tu baño?

—Sí.

Hikari se levantó del escritorio y se dirigió al baño, comenzando a limpiarse para después ponerse su ropa. Sin más que hacer, salió a la oficina, donde Manjiro la estaba esperando mientras ordenaba y limpiaba su escritorio.

—Me gustó este rato que pasamos —insinuó Hikari saliendo de la oficina—, Nos vemos luego.

—Hm! Sí.

Hikari se acomodó en el sofá de la sala, absorta en su celular, mientras reflexionaba sobre lo sucedido con el jefe de Bonten. "¿En serio ese chico tan serio y de vibras tensas lo hizo conmigo?" Era la pregunta que rondaba en su mente, mientras movía sus pies con delicadeza. Los acontecimientos habían transcurrido con rapidez y sin percatarse, Sanzu había llegado acompañado de los hermanos Haitani. Por su parte, Manjiro, que se había mantenido ausente desde el suceso con Hikari, emergió con su habitual tranquilidad y seriedad.

Sanzu se aproximó rápidamente a Hikari y la envolvió en un abrazo firme, al mismo tiempo que ofrecía una respuesta a Manjiro—. Sí, los haitani fueron a dejarlo a la habitación secreta.

Manjiro asintió con gesto serio, observando a la pareja en el abrazo cariñoso, experimentando una mezcla de envidia y cierta incomodidad por sentirse "el otro hombre". Con paso pausado, se alejó y se dirigió a su oficina, mostrando una expresión algo desalentada.

—¿Qué hiciste de mientras que no estaba? —preguntó.

—Me dormí —exclamó con una sonrisa.

—Con razón tienes el cabello desacomodado.

Hikari suelta una risa—. Sí.

—Quería decirte que me quedaré hoy me quedaré en mi trabajo porque tengo un trabajo importante que realizar.

—Yo me quedo contigo —informó Hikari—, ¿Y dónde dormiremos?

—¿En serio? Hay departamentos vacíos disponibles. Podríamos quedarnos en uno de ellos. Además, en mi oficina tengo algunas camisas blancas de repuesto que podrías usar para dormir.

—Hm, buena idea. De hecho, iré a tomar una ahora. Me sentiría más cómoda.

—Bueno, yo voy en un momento, necesito a hablar con Manjiro sobre algo.

LUST| BONTENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora